La modalidad de comida rápida servida en carros crece en todo el país y el consumo promedio de cada cliente es de $500.
Con un público joven, confiado y fiel, la modalidad crece a pasos agigantados en el país.
Precios, variedad y sabor es lo que encuentran los clientes a la hora de comprar en dichos lugares. La venta de comidas rápidas crece en el país, pero sobre todo en esta modalidad.
Los food trucks tienen la enorme ventaja de poder moverse por la ciudad, lo que permite un día estar en un lugar concurrido y al otro, en uno diferente.
Aunque, actualmente se agrupan en lugares a los que concurre la gente sabiendo que allí encontrará durante los fines de semana a estos famosos puestos, como la Plaza San Martín y el frente del Liceo Militar en nuestra ciudad.
Se pueden encontrar al costado de una ruta, en una plaza, en un evento en especial, en la costanera, en cualquier lugar donde logren estacionar solos o en grupo.
Anteriormente existió un prejuicio con respecto a estos puestos de comida andante, debido a su supuesta poca salubridad por falta de controles en sus alimentos, pero parece haber quedado atrás y la confianza por parte de los clientes creció, llevando a tener un público fijo.
Las comidas más vendidas por estos carros de comida son las clásicas hamburguesas, papas fritas, panchos, gaseosas, como también helados o waffles. Aunque en muchos otros se puede ver otro tipo de comida o productos que también logran buenas ventas.
Esta modalidad suele estar impulsada por un público joven que busca comida rica y en el momento. Concurren a comprar en grupos y gastan un promedio de $500 pesos dependiendo la cantidad de personas que compren en esos negocios.
Además, los food trucks son muy elegidos por la familia que disfruta de un paseo por lugares como la costanera o plazas, y deciden consumir comida rápida y al paso.