El proyecto se desarrollará a lo largo de este 2021 y un resultado positivo podría proveer una herramienta para combatir una eventual escasez de alimentos en el futuro.
Según publica Infobae el plan es cultivar miles de millones de insectos llamados “mosca soldado negra” (hermita illucens), cuya larva es capaz de consumir grandes cantidades de material orgánico -como estiércoles y desechos alimenticios- para luego convertirlo en proteínas ricas en nutrientes.
Las empresas ADM e InnovaFeed tienen como objetivo producir hasta 60.000 toneladas métricas de proteína de alimentación animal por año, más 20.000 toneladas métricas de aceites para raciones de aves y cerdos y 400.000 toneladas de fertilizantes.
Las larvas de la mosca soldado negra pueden comer casi cualquier cosa, incluso desechos de alimentos no compostales destinados a vertederos, generando de esa manera cientos de veces más proteínas por acre que cualquier otra fuente de alimentos para animales.
Esta nueva planta le dará a la alianza entra la multimillonaria empresa estadounidense y la strart up francesa un punto de apoyo en el mercado de alimentos de origen sostenible, el cual se encuentra floreciendo gracias al cambio en los hábitos de consumo de las personas, volcándose cada vez mas en productos amigables con el medio ambiente.
Aunque la granja estaría dedicada a en principio a producir alimento para animales, el proceso para masificar la proteína a base de insecto terminaría causando un impacto grande y provechoso para el medio ambiente, del que nos beneficiaríamos todos.
Actualmente la mayoría de animales de granja son alimentados con maíz, soja o harina de pescado, cuya producción causa una huella de carbono mucho más grande que la ocasionada por la proteína a base de la larva de la mosca soldado negra.
En el largo plazo este método también podría traer otros beneficios al medio ambiente, pues la capacidad de transformación de los desechos orgánicos en proteína que tienen estas larvas serviría como solución para la disposición de basuras asociadas al consumo humano y animal.
Aproximadamente 1.300 millones de toneladas de alimentos producidos en el mundo para el consumo humano cada año se pierden o se desperdician, esto equivale -según la ONU- a un tercio de toda la producción global de alimentos.
Gran parte de eso termina en vertederos donde no puede biodegradarse naturalmente, expulsando metano, un gas de efecto invernadero decenas de veces más dañino que el CO2 a la atmósfera.
Son pocas las alternativas que existen para estos desechos más allá de los vertederos, pero deshacerse de ellos no sería problema para las moscas soldado negras, que son capaces de consumirlos, incluso aquellos alimentos que no pueden convertirse en abono.