La Comisión en Defensa de la Bajada de los Palitos, asegura que se replica la cesión de tierras a una urbanizadora privada que limitó el acceso a los vecinos de la zona. Exigen información y denuncian que el alambrado representa un peligro porque el espacio para que camine el vecino de a pie da hacia un acantilado.
La defensa de las “costas libres” en Comodoro Rivadavia y sus alrededores para apenas estar en una etapa inicial. La movilización que se ha dado respecto a la Bajada de los Palitos ahora se concentra en lo que sucede en zona norte con emprendimientos urbanísticos privados, publicó Con Sello Patagónico.
“Desde La Comisión de Vecinos de La Bajada de los Palitos convocamos para el sábado 20 de agosto a las 14:30 horas, a los vecinos y vecinas de nuestra ciudad a realizar un abrazo simbólico en la playa de Km 8 que fue alambrada por la empresa Chacras del Faro. La instalación de este alambrado dificulta el acceso de las familias comodorenses”, resumieron los vecinos a través de un comunicado.
Aseguran en el documento, que hay “una nula actuación del gobierno municipal”, lo cual representa “un aliciente a este emprendimiento urbano en detrimento de la comunidad a la que deberían representar. Por lo que el conveniente silencio atenta contra el derecho al disfrute de nuestras costas limpias, de nuestras playas y de nuestros espacios naturales y públicos”.
En este sentido, exponen: “como Comisión de Vecinos nos preocupa el avance de este tipo de proyectos, y hemos solicitado información oportunamente al municipio sin obtener aún respuesta. Estos proyectos urbanísticos de estirpe extractivista primeramente alambra los espacios donde corresponde por ley un acceso público. Nos prohíben de caminar por lugares que tienen un gran valor cultural, histórico y natural, como lo es todo el trayecto que conecta a través del borde costero la playa La Compresora con el Farallón y el Faro Golfo San Jorge, circuito muy utilizado por grupos de trekking, ciclistas, personas que hacen avistamiento de aves y por aquellos que ocasionalmente concurren a esos lugares para estar en contacto con el mar, la naturaleza y tranquilidad de ese hermoso lugar”.
La similitud con lo que ocurre en La Bajada de los Palitos, se manifiesta como evidente: “este proyecto quiere repetir la misma lógica de acceso que en la Herradura: el acceso consiste en un pasillo menor a dos metros contra el mar, en gran parte, lo transitable es ese espacio entre el alambrado y el sector de acantilados. Esto es una burla, además de peligroso”.
Por esta causa, reiteran: “Invitamos a los vecinos y vecinas a sumarse a esta actividad, para defender nuestras playas, para defender nuestros derechos, para que quienes hoy miran para otro lado y hacen oídos sordos se pongan realmente a trabajar en estos temas, para cuidar lo que debería ser de todos y no de unos pocos”.
