El mercado automotor vivió un parate casi total durante la cuarentena más estricta y un repunte sustancial cuando la brecha cambiaria saltó. Para el cierre del año, recomiendan pescar oportunidades.
Se acerca el fin de un año muy particular en el que la convulsión por la crisis sanitaria no dejó afuera al mercado automotor, que alternó momentos de caída histórica de sus ventas por las medidas de aislamiento social con meses de auge impulsado por la brecha cambiaria. En ese contexto, el dilema de cada fin de año respecto a si conviene comprar en diciembre o esperar un mes para contar con un modelo más moderno, que aumente el valor de reventa, consigna Infobae.
Según jugadores y expertos de la plaza automotriz, no es un mito que a pesar de un mes de diferencia el número de año que acompaña al automotor tiene efectos sobre el precio de reventa. Pero también que en los últimos días de cada año, las automotrices suelen empujar con descuentos y beneficios liquidar stocks de ciertos modelos. Y que el contexto cambiario e inflacionario sugiere adelantar consumos. La pesca de oportunidades, entonces, es la recomendación más generalizada.
“Normalmente la gente compra en diciembre y lo patenta en enero”, explica Alberto Príncipe, presidente de la Cámara de Comercio Automotor (CCA) quien sostiene que en las condiciones actuales el principal problema para el comprador no es el momento, sino la disponibilidad de unidades.
“El problema es si hay stock, por supuesto, cosa que hoy en algunos productos falta. Cuando es así, se comprará cuando se pueda. La demora está en cuatro cinco meses, al menos en los coches más demandados. En autos de alta gama la entrega es más inmediata”, agregó en referencia a las dificultades para la importación y el incentivo a la demanda que genera la brecha cambiaria que se hacen sentir en forma de escasez de algunos modelos.
Sin embargo, admite Príncipe, es cierto que el año de modelo hace una diferencia a la hora de la reventa.
“Lo que pasa es que cuando vos vas a vender indudablemente el modelo es una parte más del precio, pero la clave ahí es quien compra y qué costumbres tiene. Si se trata de alguien que cambia el auto cada dos años, tener un año de modelo más nuevo rinde muchísimo. Ahora, si el auto se conserva más tiempo antes de revender no cambia mucho”, comentó.
Este año, agregó Príncipe, las particularidades del mercado hacen que algunas de las ventajas de comprar en diciembre se hayan morigerado: “En épocas normales stocks de modelos que se van a cambiar en fábrica se mandan con la obligación de patentar en diciembre, pero eso este año no existe”.
La caza de oportunidades, entonces, es la norma entre las recomendaciones. Según Dante Álvarez, ex presidente de la Asociación de Concesionarios de Automotores de la República Argentina (Acara) y también ex dueño de concesionarias, la decisión de cada fin de año tiene a diciembre como mes más conveniente. Y las condiciones actuales del mercado inclinan aún más la balanza en favor del último mes del año.
“Es cierto, hay diferencia al momento de la venta en vender un modelo 2020 o un modelo 2021 a pesar de que los autos sean exactamente iguales y obviamente con el mismo kilometraje”, admite el experto.
“Pero generalmente casi todas las fábricas hacen promociones en forma de descuento o cosas sin cargo (seguros, accesorios, etcétera) para que los compradores lo hagan en diciembre. Entonces se trata de mejorar tu precio a la compra en diciembre o a la venta en enero. Personalmente, de darse esta circunstancia, yo lo prefiero a la compra”, señaló.
Entonces se trata de mejorar tu precio a la compra en diciembre o a la venta en enero. Personalmente, de darse esta circunstancia, yo lo prefiero a la compra (Álvarez)
Además, sostuvo, la incertidumbre alrededor del dólar y el ajuste de precios que vienen sufriendo las unidades de la mano de una inflación que se acelera, en general, orienta a adelantar compras.