Es insólito pero real. Durante dos años, una mujer que robó un título de medicina se hizo pasar por doctora y trabajó en un hospital sin que nadie se diera cuenta.
Al menos al principio sus compañeros sospecharon algo, pero al parecer no fue alarma suficiente para investigar.
Así lo cuenta Carolina (@DraAlegra) en su perfil de Twitter, donde introdujo: “Tuve una compañera de guardia médica trucha dos años”.
La frase en sí podría no ser tomada en serio porque está en Twitter, donde muchas veces se usa la ironía, sarcasmo o simplemente la mentira para hacer chistes que rindan en interacciones. Pero lamentablemente decía la verdad.
“Desde el momento cero y su primer término médico mal escrito (Emograma sin H), sospechamos”, narró Carolina, que criticó el estado del sistema de Salud que da lugar a este tipo de episodios: “Hay tanta carencia para cubrir guardias que pasa un Heladero con ambo blanco y le ofrecen turno noche”.
Todo ocurrió en el Hospital Gandulfo de Lomas de Zamora, donde la falsa médica entró haciéndose pasar por una reconocida médica, que fue quien hizo la denuncia del robo de identidad.
La denunciante contó que se había enterado de casualidad por una colega y amiga que trabajaba en ese nosocomio y notó la irregularidad. Ante esta situación el fiscal Javier Martinez, de la UFI N° 8, ordenó que comiencen a realizarse distintos trabajos de inteligencia para analizar la situación. Los resultados de esa investigación fueron más severos de lo que se pensaba, precisa Infobae.
Efectivamente, se comprobó que había una mujer haciéndose pasar por la médica clínica y que lo hacía hace tiempo. También se corroboró que la mujer se dedicaba a atender urgencias, pacientes graves, y que solía recetar psicofármacos.
Con esta información, el fiscal Martínez ordenó que un equipo de agentes de la Policía Bonaerense asista ayer al Gandulfo, junto a la médica original, para detener a la trucha. Cuando llegaron, las autoridades del hospital les dieron un dato que sumó más horror a toda la secuencia: la falsa doctora estaba atendiendo pacientes en el shock room, es decir, donde llegan los pacientes que corren riesgo de vida.
Cuando estuvieron frente a la usurpadora del título, la detuvieron. Allí se descubrió, quizás, lo peor de todo. La mujer, llamada Sol Mazzullo Zeravica, no sólo no era médica, sino que ni siquiera había estudiado medicina.
En su cuenta de Instagram, que la falsa médica tenía con su nombre verdadero, aparece en la descripción la palabra “medicine” junto al emoticón de una jeringa. “Es probable que también se haya hecho pasar por médica con su verdadero nombre”, dice un investigador.
Dentro de las pruebas que se secuestraron, aparecen también dos recetas de la “Clínica Avellaneda” en donde figura el nombre de la ahora detenida, en calidad de paciente, y el sello de la doctora real En una se receta lorazepan y en la otra fenorbarbital. Se trata de dos psicotrópicos potentes.
Más allá de esto, en las próximas horas es muy probable que la detenida recupere la libertad. Es que los delitos de usurpación de identidad y ejercicio ilegal de la medicina, que son los imputados en este caso, tiene penas que llegan al año cómo máximo de posible pena. Por lo tanto, son excarcelables.