El comedor asiste a más de 50 niños del barrio Las Américas, quienes acuden regularmente para comer los lunes, jueves, viernes y sábados. «A veces no puedo cocinarles, pero trato de hacer lo que puedo con lo que me donan», afirmó Zapata, resaltando la necesidad que existe en la comunidad.
Zapata opera el comedor principalmente con donaciones de la comunidad y con la contribución de su familia. «Todo lo hacemos a pulmón», señaló. Además, contó que una panadería local dona pan y su hijo vende pan casero en la calle, lo que les ayuda a adquirir insumos básicos como picadillo y azúcar.
Respecto a la colecta, Mónica aspira a hacer al menos un pan dulce por cada niño, y hace un llamado a la comunidad para que colabore: «Todo lo que se pueda donar será bienvenido», dijo, mencionando que incluso pequeños aportes como un paquete de arroz o galletitas son de gran ayuda.
«Este trabajo comenzó por mi deseo de ayudar. Soy de Chaco y siempre he hecho esto», compartió Mónica sobre su motivación. Su objetivo es sacar a los chicos de la calle y enseñarles valores, mediante la convivencia en su hogar, donde también se les ofrece alimento y charlas sobre la importancia de portarse bien.
Aquellos interesados en colaborar pueden ponerse en contacto con Mónica al número 2976-2583-78, o llevar sus donaciones directamente al barrio Las Américas. «Ojalá Dios toque el corazón de mucha gente para que los chicos puedan disfrutar al menos de un pan dulce esta Navidad», concluyó.
Mónica sigue con su labor de corazón, con el deseo de que cada niño que asiste a su comedor reciba un plato de comida y un poco de cariño en estas festividades.