Un operario de la empresa Servicios Públicos y su pequeño hijo de 8 años fueron hallados ahorcados ayer en un enorme árbol del paraje Los Sauces, a unos 25 kilómetros al sur de esta ciudad, por la ruta 3. El sábado el hombre había golpeado salvajemente a su mujer y la dejó tirada en cercanías al recinto portuario, para luego autodenunciarse, aunque no quedó detenido.
Fue la conductora de un automóvil que procedía de Fitz Roy quien alrededor de las 12:30 de ayer comunicó a la policía que había visto dos cuerpos colgados en un árbol en Los Sauces.
Se trata de un paraje en depresión por el que pasa temporariamente un pequeño curso de agua de lluvia que a través del alcantarillado que atraviesa la ruta, va a desembocar a la costa marina ubicada a pocos centenares de metros.
Las comisiones policiales recién se habrían hecho presentes en el lugar una hora más tarde, encontrándose con el trágico cuadro de un hombre y un niño ahorcados de un sauce de casi 20 metros de altura, a unos 40 metros de la cinta asfáltica.
Las víctimas fatales fueron identificadas poco después como Héctor Flores, de 38 años, y su hijo Agustín, de 8. Ambos pendían de los extremos de una misma soga que se sostenía de una rama de casi veinte centímetros de diámetro, a casi dos metros del suelo.
El padre filicida y suicida llegó a ese lugar junto a su hijo en una desvencijada Renault 12 Break de color verde claro, dominio VPN 496, la cual había estacionado junto al árbol. Su espalda estaba a pocos centímetros del vehículo y del suelo y su pecho apoyado con el del niño.
Todo hace suponer que primero ahorcó a su hijo y luego se subió al techo del rodado con uno de los extremos de la soga al cuello y se arrojó al vacío. Antes de morir, tomó una mano del pequeño, de acuerdo a lo que se observa en las fotografías captadas por Diario Patagónico. Personal de investigaciones de la policía procuraba hallar indicios en el lugar para determinar si el chico pudo haber intentado escapar del filicida.
HABIA AGREDIDO A SU MUJER
Si bien las autoridades policiales no suministraron ninguna información sobre el caso, pudo saberse que Flores había propinado en la tarde noche del sábado una feroz paliza a su mujer, Roxana Leal, operaria de una cooperativa de trabajo.
Ello ocurrió en un descampado cercano al puerto Caleta Paula y no solo le asestó patadas y golpes de puño, sino que también le propinó varias heridas punzo cortantes en el rostro con un sacacorchos, dejándola inconsciente.
Al parecer arrepentido de su violento accionar, se dirigió a la Seccional Tercera de Policía para autodenunciarse e indicarles a los efectivos donde había dejado muy malherida a su mujer. Pero al dirigirse allí los uniformados no la encontraron. Es que personal de Prefectura la había hallado y conducido al Hospital Zonal donde fue asistida, constatándose que si bien acusaba heridas graves, su vida no corría peligro.
La propia mujer había anunciado a algunos medios informativos radiales que ayer mismo se presentaría en el Juzgado de Instrucción 1, a cargo de Mario Albarrán, para denunciar a su marido, pero aparentemente no formalizó la presentación, a juzgar por las frustradas guardias que realizaron allí algunos periodistas.
Cabe mencionar que en el lugar del horrendo episodio de Los Sauces estuvo presente el mismo magistrado, quien al ser consultado por Diario Patagónico solo respondió en forma lacónica: “sin comentarios”.
Por otro lado, llama la atención que a pesar de la feroz agresión a su mujer y al hecho que se auto-denunciara, el hombre siguiera en libertad, librando al azar la seguridad de la mujer y del hijo de ambos.
Fuente:El Patagónico