Por Raúl Fernández
Una vez más, desde 1983, el Peronismo tendrá su espacio más amplio de debate sobre las políticas que aplica, planifica o piensa desarrollar en función de mantener su identidad y programas de gobierno.
El sábado se reúne el Congreso Provincial con la participación de setenta congresales que representan a la totalidad de afiliados al movimiento que creó el General Perón en 1945.
Y señalo lo de la fecha, consabida por todos desde aquella gloriosa gesta del 17 de octubre que dio nacimiento al este amplio sector de la sociedad argentina, porque me parece muy importante remarcar que quienes ejercemos una responsabilidad temporal en nuestra provincia, somos sólo aves de paso.
Tampoco, aún con la relevancia que tiene haber recuperado el gobierno provincial y numerosos municipios, tiene fecha fundacional en el 2003 como algunos pretenden simular.
La Carta Orgánica, como ley fundamental del partido, remarca al Congreso como al “organismo soberano” que toma determinaciones en los planos doctrinarios, políticos, sociales, económicos y culturales del PJ.
Aprueba además la plataforma política de las elecciones, imparte las directivas para el desenvolvimiento partidario y hasta aprueba su propio reglamento.
Esta condensación de responsabilidades no ha sido alterada en los últimos años por la hegemonía que reinaba tanto en el Congreso como en el Consejo, por parte del Gobernador Das Neves, ganada con la sapiencia del tiempo y el accionar conjunto de los dirigentes.
Pero en esta oportunidad se dan diferentes factores que hacen de éste, un Congreso diferente, que debería permitir las expresiones de todos aquellos que tenemos una opinión formada.
Puede ser una incógnita los cambios que se generen dentro del mismo Congreso, pero ha sido el propio Presidente, el experimentado dirigentes mercantil José González, quien sostuvo el pasado 5 de julio (diario Jornada) que “no habrá modificaciones a la Carta Orgánica” pese a que dos de los siete puntos tratan de hacerlo.
Las cartas al lector de una JP “fantasma” que nadie firma en Esquel o las propias declaraciones del Presidente del Consejo de Localidad del PJ de esa ciudad cordillerana fustigando duramente al Dr. Aldo Juan Marconetto por cumplir funciones en la provincial viniendo desde Nación, ponen claramente de manifiesto la escasa imaginación para debatir y profundizar políticas en beneficio de la gente.
Es él, el mismo Marconetto, quien no solo recibió elogios por su labor al frente de la Secretaría de Familia (antes de convertirse en Ministerio) del propio Gobernador, sino el respaldo para ocupar otras funciones.
Triste es que en la misma cordillera, los mismos que opinan en un diario sin asistir a ningún debate, nada dicen de la candidatura testimonial del propio Vice Gobernador a Diputado Nacional.
Tiempos de cambios se avecinan, de eso hay plena seguridad en la totalidad de la dirigencia del PJ, pero resultaría relevante que los mismos sean producto del pensamiento, de la profundidad del debate de donde estamos y hacia donde vamos, como para que la historia, por decisión de la gente, no vuelva a ponernos en el rol de oposición.
Dependerá de roles individuales y colectivos de sentirse parte, opinan sin faltar el respeto, escuchar a quienes opinan diferente porque allí reside la clave de la política: convencer con la palabra y llevarla a los hechos.
Los Peronistas del Chubut, en su máxima expresión, tendremos la oportunidad este sábado de demostrar si estamos para construir o ser detractores en esta instancia de la política provincial.