Condenaron a tres años de prisión al empresario por la masacre de pingüinos en Punta Tombo

Además, deberá pagar las costas del proceso, abstenerse de circular por la zona en vehículos de gran porte y tendrá prohibido realizar obras o mejoras sin autorización y deberá colaborar con las tareas de restauración del medio ambiente.

miércoles 20/11/2024 - 16:56
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Ricardo La Regina fue hallado culpable y deberá cumplir una pena de 3 años de prisión de ejecución condicional. Más el decomiso de la máquina retroexcavadora, que utilizó para cometer el delito por el cual fue hallado culpable y la inmediata intervención del Estado para que a través de los organismos competentes determinen e ingresen al establecimiento para realizar la recomposición del medio ambiente afectado, Para ello dispondrá un plazo de 60 días, para preservar el ecosistema y su compatibilidad con la presencia humana en el lugar, estableciendo cuáles son las áreas a proteger, cantidad de hectáreas y de qué forma se custodiará el ecosistema. El control de estas disposiciones se realizará cada 4 meses. La Regina deberá colaborar con la realización de estas actividades y ponerse a disposición de la autoridad competente. Las costas del proceso también deberá pagar el condenado Ricardo La Regina

Un tribunal Colegiado en Rawson, conforme la acusación Fiscal a cargo de la Dra Florencia Gómez, dictó una sentencia histórica que marca un antes y un después en la lucha por la protección de la biodiversidad en Argentina. Ricardo La Regina fue condenado por la muerte de 240 pingüinos de Magallanes en la reserva natural de Punta Tombo – Punta Clara, en la provincia de Chubut. La sentencia fue dictada por los jueces Carlos Richieri, Eve Ponce y Laura Martini, quienes reconocieron la responsabilidad del acusado en la destrucción de nidos y el daño a una colonia de esta especie protegida.

El caso, sin antecedentes en la justicia argentina, fue presentado por la Fiscal Jefe de Rawson, Dra. Florencia Gómez, quien, tras varios días de juicio público, logró demostrar de manera contundente la implicancia de La Regina en el exterminio y el impacto ambiental causado. La investigación, que duró tres años atravesó diversos obstáculos propios de los delitos ambientales, se sustentó en pruebas científicas y testimonios irrefutables que demostraron la destrucción de más de 2.049 metros cuadrados de colonia, además de la muerte de Pingüinos de Magallanes.

Un desafío para la justicia ambiental

El juicio puso en evidencia las dificultades inherentes a los casos de delitos ambientales. La escasez de pruebas físicas, la lejanía de la zona y la complejidad de las investigaciones representaron desafíos considerables para la fiscalía. Sin embargo, el trabajo exhaustivo de la Fiscal Florencia Gómez permitió reunir pruebas sólidas que demostraron la culpabilidad del acusado, estableciendo un precedente para futuras investigaciones en materia de protección de la fauna.

El rol clave de la fiscalía

La Dra. Florencia Gómez, con un compromiso incansable por la defensa de la naturaleza, fue clave en la construcción de un caso sólido que, a pesar de las dificultades, logró demostrar la responsabilidad de Ricardo La Regina en el daño causado. Su labor no solo fue fundamental para esclarecer los hechos, sino también para garantizar el cumplimiento de la ley y la preservación del medio ambiente.

Un precedente para la justicia ambiental

Este fallo no solo es un hito en la protección de la fauna, sino que también sienta un precedente para la justicia ambiental en el país. La sentencia demuestra que es posible lograr condenas en casos de delitos contra el medio ambiente, incluso cuando existen presiones económicas en juego. Además, subraya el papel esencial de los fiscales como guardianes de la naturaleza y la ley.

El camino hacia el futuro

Aunque este fallo representa un avance significativo, el trabajo continúa. La protección del medio ambiente y la fauna en Argentina requiere de leyes más estrictas, mayores recursos para la investigación de delitos ambientales y un compromiso ciudadano más profundo con la conservación del planeta. Este caso se erige como un llamado a la acción para seguir avanzando en la defensa de la biodiversidad.

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