Fue en la audiencia de cesura por el homicidio del agente Néstor Adrián Manquepán: el Tribunal Colegiado de Juicio impuso la pena de 15 años de prisión a Moreyra Cironi.
Hoy al mediodía se desarrolló en los tribunales penales la audiencia de imposición de pena respecto al hecho acontecido el pasado 8 de agosto de 2010 en el que perdiera la vida el policía Néstor Adrián Manquepán. El Tribunal Colegiado de Juicio estuvo presidido por el juez Mariano Nicosia, acompañado por las juezas Mariel Suárez y Raquel Tassello.
Por el Ministerio Público Fiscal asistieron Marcelo Crettón, como querellante se constituyó el abogado Edgardo Rodrigo Veuthey. La defensa técnica del imputado Jonhatan Moreyra Cironi estuvo a cargo de Esteban Mantecón y Ricardo Amado, destacó el informe emanado desde la oficina de Prensa de la Judicatura.
En la audiencia el Ministerio Público Fiscal solicitó la pena de 18 años de prisión por el delito de homicidio simple, resuelto por el tribunal, previsto y penado en el art. 79 del Código Penal y conforme a ello, pidió que el enjuciado continúe con la medida de coerción. Argumentó que ha sido declarado autor material del hecho y que existe el peligro de fuga, por un lado, ante la falta de arraigo –la falta de estabilidad laboral-y por otro, la falta de domicilio fijo. Asimismo estableció que de acuerdo a las características del hecho y la pena que se espera, que será de cumplimiento efectivo, se insistió en la prisión preventiva del detenido.
Cabe destacar que el fiscal general Marcelo Crettón hizo reserva de recurrir la calificación del hecho que el tribunal estableció como homicidio simple –art. 79 del Código Penal-. Desde el Ministerio Público Fiscal se entendió que el delito se encuadra en el art. 80 inc. 8 del Código Penal por la condición funcional del sujeto pasivo -policía de la Provincia-.
Respecto a la pena solicitada la Fiscalía hizo hincapié en la saña empleada en el lugar del hecho por parte de Moreyra Cironi –golpes de puño y puntapiés- y también el uso de medios contundentes. También se destacó como agravante en cuanto a la extensión del daño que se trató de una joven vida -un policía de 24 años- y a su vez, respecto al peligro causado se esgrimió que al matar a un agente policial ha afectado a la sociedad toda. Como único atenuante el fiscal general hizo alusión a la falta de antecedentes del acusado.
Por su parte la querella también hizo reserva de recurrir la calificación del hecho, coincidió con los fundamentos presentados por el Ministerio Público Fiscal y pidió la pena de 23 años de prisión en carácter de autor material conforme al art. 79 del Código Penal. Y se adhirió al mantenimiento de la prisión preventiva.
En tanto la Defensa solicitó la pena mínima. Destacó lo manifestado por los testigos aportados por dicha defensa que dan cuenta que Moreyra Cironi es un joven trabajador que no tiene antecedente penales y que circunstancialmente se vio involucrado en un hecho grave que trajo una gran connotación social.
El defensor Esteban Mantecón consideró que el tribunal no debería dejar de lado al momento de dictar la pena el dolo eventual. Y que existe, a criterio de la defensa, una menor culpabilidad y por ende debe haber una menor reprochabilidad a la conducta. Por último remarcó que el fallo todavía no es firme y requirió la libertad de Moreyra Cironi.
Los testigos
Desde la Defensa Pública se aportaron tres testigos que sumaron su testimonio en la audiencia. En principio declaró bajo juramento la trabajadora social Paula Pons quien realizó un informe social sobre Jonhatan Moreyra Cironi. A través de entrevistas en profundidad estableció que el enjuiciado llegó a nuestra ciudad en febrero de 2009 con el objetivo de mejorar su situación laboral, en el oficio de panadero, y poder construir una vivienda para su familia en un terreno que le había cedido su padre en Entre Ríos.
Y leyó textual la declaración del entrevistado: “Tengo mis sueños y esto me arruinó todo, hacía todo por derecha, lamento mucho lo del oficial, él era sostén de hogar, nunca pensé en hacer algo así. Ninguno pudo dominar la situación, me desesperé al tocar mi cabeza y ver la sangre, lo golpee, no sabía que había muerto, me enteré el lunes al mediodía”.
De la misma manera la trabajadora social hizo entrevistas a los familiares para determinar qué impacto había tenido este hecho entre ellos. Por último reconoció que las entrevistas fueron realizadas la semana pasada.
Por otro lado brindaron su testimonio el hermano del enjuiciado, Nathanael Moreyra Cironi y su madre Adriana Raquel Cironi, quien trabaja en el Hogar Virgen de la Caridad (Gualeguay-Entre Ríos) que asiste a personas víctimas de violencia familiar y también cuida personas con discapacidad por las noches. Ambos coincidieron en que Jonhatan es una buena persona, muy trabajador. Como dato llamativo se planteó que Moreyra Cironi había intentado ingresar a la policía en Gualeguay y que actualmente su hija está al cuidado de una mujer de un policía.
La condena
Finalmente, luego de un cuarto intermedio, el Tribunal Colegiado de Juicio integrado por el juez Mariano Nicosia y las juezas Mariel Suárez y Raquel Tassello resolvió condenar al imputado Jonhatan Moreyra Cironi como responsable del delito de homicidio simple, a la pena de quince años de prisión de cumplimiento efectivo, manteniendo la prisión preventiva del condenado hasta tanto la sentencia quede firme.