Se trata de Hobby Bingham, quien se amparó en una norma que rige en el estado de Washington y que otorga a los reclusos el derecho a ser alojados respetando su identidad de género.
Un condenado por pedofilia que se proclamó mujer fue recluido en una prisión femenina, donde violó a una compañera de celda. El caso ocurrió en el estado de Washington (Estados Unidos), donde la normativa que otorga a los reclusos el derecho a ser alojados respetando su identidad de género, independientemente de su anatomía, ya causa estragos en el sistema penitenciario.
El caso de Hobby Bingham es un claro ejemplo de las “lagunas abiertas” que dejó la ley, dijo Scott Fleming, exguardia de la prisión.
Es que según reclamó Fleming, la norma establece que aquellos que sufren disforia de género (sensación de incomodidad que puede ocurrir cuando el sexo biológico de una persona no coincide con su identidad de género) “merecen acomodarse de acuerdo con su preferencia de género”.
Sin embargo, afirma, los pedidos no son comprobados con la rigurosidad con la que se debería.
Cómo consiguió ser trasladado a una cárcel de mujeres
Tras ser sentenciado a prisión al ser declarado culpable por haber mantenido relaciones sexuales con una niña de doce años, Bingham decidió identificarse como mujer yllamarse Andrómeda Love. De esa manera, consiguió ser trasladado al Centro Correccional para Mujeres de Washington.
Una vez allí, fue encontrado por personal penitenciario junto a su compañera de celda, una reclusa con discapacidad del desarrollo, en una cama y sin ropa.
La mujer, Heather Lee Ann Trent, había sido alojada en la unidad de salud mental de la prisión. Debido a que en el sistema penitenciario todas las relaciones sexuales se consideran como no consentidas, las autoridades establecieron que Trent fue violada, informa RT.
Al respecto, Fleming opinó que el personal carcelario se desentendió de la supuesta violación, sin aplicar peritajes ni presentar un informe del incidente. En ese sentido, el exguardia consideró que “fue irresponsable por parte del estado ponerlos juntos en una misma celda”.
Posteriormente, al cumplir su condena y salir de la cárcel, Bingham se cortó el pelo y se hizo llamar de nuevo como hombre.
El lado B de la ley permite que los reclusos sean alojados en función de su identidad de género
Este caso saca a la luz la deficiencia de la medida aprobada por el gobernador demócrata de Washington, Jay Inslee. Si bien aún no está establecida como ley, en la práctica ya causa estragos en el sistema penitenciario estatal, según relataron empleados anteriores y actuales de las cárceles de Washington a National Review.
Es que los convictos varones pueden ser admitidos en la prisión de mujeres, ubicada en Seattle, si un panel administrativo acepta su diagnóstico de disforia de género, informó anteriormente el programa Dori Monson Show de KIRO Radio.
“En teoría, el Departamento Correccional de Washington sostiene que los solicitantes transgéneros deben presentar un caso convincente que justifique su solicitud de ser alojados en una prisión para mujeres, pero la carga de la prueba es bastante baja en la práctica”, dijo el ex guardia cárcel Scott Fleming, quien afirmó que el “único requisito es que declaren que se identifican como mujeres”.