Los Antiguos es uno de los secretos mejor guardados de la Patagonia argentina. Ubicado en el noroeste de Santa Cruz, este pueblo conjuga paisajes cordilleranos, uno de los lagos más grandes de Sudamérica, plantaciones de frutas finas y una buena oferta de servicios turísticos.
Además, es la puerta de entrada a la Ruta Escénica Provincial 41, un camino de 159 kilómetros de ripio que atraviesa mesetas, cerros y formaciones volcánicas para llegar hasta Lago Posadas, un pueblo entre montañas.
Qué hacer en Los Antiguos
La estrella del lugar es el lago Buenos Aires, que con 2.240 kilómetros de superficie es el segundo más grande de Sudamérica. Es un espejo de agua glaciar compartido con Chile, que tiene zonas más calmas, en las que se alquilan kayaks y botes a pedal, y otras con olas, ideales para hacer windsurf.
El lago puede contemplarse desde distintos miradores, como el Mirador del Valle, el punto panorámico más alto de Los Antiguos; y el Mirador del Lago Buenos Aires, con un área para pesca y, del otro lado, la playa y la Costanera, donde se puede andar en bici.
Otro gran atractivo son las plantaciones de frutas finas, en chacras protegidas por álamos. Se producen frutillas, frambuesas y grosellas, además de duraznillos y coirones, pero principalmente cerezas. Hay recorridos especializados que invitan a conocer las plantaciones y degustar las frutas.
Cómo llegar y cuándo ir a Los Antiguos
El aeropuerto más cercanoal pueblo se ubica en Comodoro Rivadavia, a 456 kilómetros de distancia. Desde ahí se llega hasta la localidad de Perito Moreno por las rutas nacionales 26 y 40, y luego hay que seguir por la RP 43 hasta Los Antiguos.
Si bien puede visitarse durante todo el año, la mejor época para hacerlo es entre octubre y abril. De mayo a septiembre, se puede complicar la circulación por la RP 41 por presencia de hielo y nieve. Para probar las frutas finas, en tanto, los meses ideales son enero y febrero.