Macri forzó una relación entre la falta de obras para evitar inundaciones y el financiamiento de la línea aérea. Mientras promueve un presupuesto que reduce la obra pública, el Presidente volvió a agitar el fantasma de la privatización de la aerolínea de bandera y aseguró que “con una pequeña parte de lo malgastado” en AA se podrían haber hecho obras para prevenir inundaciones.
En lugar de hacerse responsable como gobernante, el presidente Mauricio Macri intentó forzar una relación entre las inundaciones producto del temporal y el dinero que el Estado invierte en Aerolíneas Argentinas. “Da mucha impotencia saber que con una pequeña parte de lo malgastado en Aerolíneas se podrían haber hecho hace tiempo las obras necesarias para prevenir esto”, sostuvo el Presidente, en una reversión del uso que se le iba a dar al dinero de Fútbol para Todos, un programa que el gobierno de Macri discontinuó rompiendo una promesa de campaña: con ese ahorro, se decía que se iban a construir jardines de infantes; no obstante, la gestión PRO incumplió también su promesa de crear 3 mil nuevos jardines. En las redes sociales hubo ironías con el costo que tienen las Leliq como instrumento financiero y las mil viviendas sociales que se podrían hacer con esa plata.
Tras el conflicto de la semana pasada en Aerolíneas –que los gremios denunciaron que fue fogoneado por la empresa al incumplir la cláusula gatillo, en sintonía con la Secretaría de Trabajo, donde continúa por ahora Jorge Triaca–, Macri avanzó con un discurso en el que viene desplegando argumentos en favor de la privatización. Ayer lo hizo a través de su cuenta de Twitter, donde intentó desligarse de la responsabilidad de su gobierno, el de María Eugenia Vidal y el de Horacio Rodríguez Larreta ante las inundaciones en provincia y ciudad de Buenos Aires.
“Atento a la situación de los vecinos afectados por el temporal en Quilmes y a disposición del intendente y de la gobernadora”, sostuvo Macri sobre un municipio gobernado por el ex chef y dirigente de Cambiemos Martiniano Molina. Macri reiteró un discurso que ya usaba cuando era jefe de gobierno porteño: “Estos temporales llegaron para quedarse y lo mejor que podemos hacer es invertir en infraestructura, como hicimos en la Ciudad de Buenos Aires y como estamos haciendo, por ejemplo, en Mar del Plata”, aseguró Macri, quien no tuvo en cuenta las inundaciones de este fin de semana en Villa Soldati o en La Boca al referirse a su gestión exitosa en la Ciudad. Pero luego su discurso viró de las inundaciones hacia una asociación forzada: “Da mucha impotencia saber que con una pequeña parte de lo malgastado en Aerolíneas se podrían haber hecho hace tiempo las obras necesarias para prevenir esto”.
La comparación presidencial se parece a los discursos que señalaban la cantidad de jardines de infantes que se podían hacer con el dinero destinado a Fútbol para Todos, un programa que el gobierno de Macri discontinuó pese a su promesa en campaña de que no lo haría. El Presidente también prometió que haría 3 mil jardines de infantes y no cumplió: luego cambió la promesa por 10 mil salas y, según información que solicitó la dirigente Margarita Stolbizer a la administración nacional, ninguna fue terminada. Stolbizer, de hecho, presentó una denuncia penal para que se investiguen las licitaciones y las empresas ganadoras. En la Ciudad, donde el macrismo gobierna hace 11 años, el viernes volvieron a verse miles de casos de niñas y niños que se quedaron sin vacantes en el nivel inicial.
En respuesta a la comparación de Macri, hubo muchas ironías en las redes sociales. Algunos señalaron que las Leliq vienen insumiendo 1600 millones de pesos por día. Otros compartieron una nota del diario La Voz del Interior, cuando las Leliq rendían 1200 millones por día, donde comparaba ese costo con el de las viviendas sociales: “El costo total de una vivienda de este tipo ronda el millón de pesos. Ergo, los intereses que paga el BCRA por las Leliq equivalen, en promedio, a mil viviendas sociales por día”.
“Da mucha bronca que el Presidente comience con un mensaje constante, para instalar la privatización de Aerolíneas Argentinas”, señaló la diputada kirchnerista Mónica Macha.
En el Gobierno ayer volvieron a negar a este diario que esté en los planes de Macri privatizar Aerolíneas. “Está diciendo otra cosa. Dice que es una compañía que tiene ser autosustentable y no vivir de los subsidios del Estado. Cosa que tiene que ocurrir. Es lo que todos pensamos y se trabaja para eso”, dijeron. El ministro de Transporte, Guillermo Dietrich, ya había negado que vaya a haber cambios en Aerolíneas con esta frase: “Hay cero posibilidades de privatización”. En rigor, esta fue otra de las promesas de campaña de Macri, que implicó un giro en su posición privatizadora: “YPF y Aerolíneas seguirán en manos del Estado, pero bien administradas”, dijo en su momento en un bunker PRO, mientras sus propios seguidores le gritaban: “Noooooo”.
No obstante, la frase de ayer de Macri es la última de una cadena que comenzó el día del paro de los gremios de trabajadores de la empresa aérea, cuando el Presidente sostuvo que “Aerolíneas debe poder volar sin pedirles plata al resto de los argentinos”. “Desde que Aerolíneas se estatizó, el Estado tiene que poner plata todos los meses para que funcione. Todas las líneas aéreas que funcionan acá y la mayoría del mundo no requieren que los ciudadanos de ese país, en este caso los argentinos, pongamos plata todos los meses”, sostuvo Macri, quien se animó a comparar el dinero destinado a salarios en Aerolíneas con “más de dos metrobuses, que es un medio de transporte que usa la mayoría de los argentinos”. No pareció tomar en cuenta que hay 22 provincias en las que no necesariamente existe el Metrobus.