Boca lo ganaba, River lo dio vuelta en cuatro minutos y tenía un pie en la final… Pero Boca lo empató sobre la hora y la Copa Maradona quedó abierta. ¿Alguno se fue vencedor?.
¿Quién festeja este empate, además de aquellos que disfrutaron disfrutaron de un súper superclásico cargado de emociones? ¿Hubo ganador? ¿Hubo perdedor? Ninguno festejó delante de las cámaras de TV, pero sí hubo sonrisas de un lado y miradas al piso del otro.
¿Ganó Boca? Porque aprovechó cuando quedaron diez contra diez, lo empató sobre el final a lo Boca, le sacó a su rival la casi segura clasificación a la final por el título y la definición muy abierta para la última fecha.
¿O ganó River? Porque remontó en tres minutos un partido en el que tenía la pelota pero 11 contra 11 estaba complicado a 20 del final y no encontraba cómo llegar al arco de enfrente .
¿Perdió River? Porque puso sus mejores cartas sobre la mesa (diez titulares y un juvenil), controló el juego con una posesión del 70% del tiempo, demostró que está mucho más aceitado que Boca, supo aprovechar muy bien cuando quedó con un hombre más, arrinconó a su rival y llegó a los goles como premio por tanto insistir.
¿O perdió Boca? Porque, con un mix entre titulares y suplentes, lo tenía controlado cuando estaba 1-0 y no permitía llegadas a su arco, a pesar de no tener la pelota. Pero por una expulsión (Campuzano) que no tiene perdón se le complicó…
¿Qué méritos hizo Boca? Primero, la alta efectividad que tuvo en el primer tiempo, cuando Ábila mandó adentro la primera que tuvo, luego de un muy buen centro de Mas desde la izquierda que cayó entre Díaz y Pinola. Después, dejando la vida para tratar de contrarrestar la movilidad y velocidad habitual del juego de su rival, aun corriendo detrás de la pelota sin lograr encontrarla, como en un loco, pero sin entregarse. Y por último, las ganas para ir por el 2-2 que llegó a través de Villa.
¿Y qué méritos hizo River? River fue el River de siempre, aunque rengo sin un lateral izquierdo. Tuvo el gol en la primera jugada y después del 1-0 de Boca con un remate de Carrascal que dio en el palo. Manejó mucho la pelota, no se la dejó agarrar a su rival, lo hizo correr y correr, y nunca resignó su estilo histórico desde que lo dirige Gallardo. Y luego, con los cambios y un jugador más, fue arrollador: así encontró su premio y lo remontó con goles de Girotti y Borré.
¿Qué le faltó a Boca? El plan de Russo, que movió piezas con respecto a los partidos anteriores por el respeto hacia su rival, estuvo más enfocado en anular que en generar. Puso a Cardona por la derecha y a Villa por la izquierda para protegerse de las subidas de Montiel. Y mandó a Zárate cerca de Enzo Pérez, para tapar la salida.
El problema fue que el equipo no supo qué hacer con la pelota y la perdió muy pronto. Quedó atado a alguna salida rápida, a algún acierto. Así, lo tuvo Capaldo con un remate que tapó Armani y también Villa sobre el final de la primera etapa, aunque lo cortaron justo. Y en el segundo tiempo, cuando todavía estaba 1-0, no lo supo rematar el superclásico en una contra de Ábila y otra de Villa.
¿Qué le faltó a River? Resolver los obstáculos que le planteó Boca cuando estaban 11 contra 11, trasladar su superioridad en el juego en llegadas al arco rival y no quedar una y otra vez tan expuesto a las corridas de Villa. Y luego, diez contra diez por la roja a Enzo Pérez, no logró reacomodarse en el campo de juego, a pesar de que quedaban apenas diez minutos.
¿Y ahora? El resultado dejó todo en veremos, más allá de las sonrisas y las miradas al pido. Los dos, vivitos y coleando. La definición del grupo será en una semana, entre las semifinales de la Libertadores. River ante Palmeiras y Boca contra Santos. ¿Se volverán a ver en la final continental?