Space X se prepara para el próximo vuelo de prueba de su megacohete Starship, que tendrá como testigo privilegiado al presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, en una clara muestra de su alianza con Elon Musk.
Se trata del segundo intento de la compañía para demostrar su gran capacidad técnica: utilizar unos brazos mecánicos, bautizados como palillos, con los que puede atrapar en el descenso al propulsor del Starship desde su plataforma de lanzamiento, reafirmando su liderazgo en la reutilización de cohetes.
El lanzamiento está programado para hoy, dentro de una ventana de 30 minutos que arranca a las 19 horas de Buenos Aires.