A días dejar el sillón de Fontana 50 el gobernador Mario Das Neves admitió la distancia que mantiene con los dirigentes políticos de Comodoro Rivadavia y reconoció que pudo más el apoyo al gobierno de Cristina Kirchner. En una entrevista con El Patagónico recordó que «no hay que olvidar que Martín Buzzi ganó la provincia gracias al interior provincial y al empuje de la zona del Valle, más precisamente Trelew».
-¿Gobernador, cómo está viviendo el tramo final de su gestión?
-En general muy bien porque tengo en claro que estoy, precisamente, en la parte final de mi gobierno y sigo trabajando, más allá de los avatares políticos y electorales, en conjunto con el equipo provincial hasta el último día. De hecho, voy a estar en varias ciudades antes del 10 de diciembre y me gratifica cumplir con la palabra y terminar la gestión con la misma fuerza, pasión y convicciones que el primer día en 2003.
Pasaron ocho años, es un tramo muy importante en la vida de todos los chubutenses y estoy feliz por todo lo que se ha hecho.
-¿Qué balance hace de su gobierno?
-Uno cuando mira la ejecución presupuestaria, no de un gobierno, sino de los últimos 50 años del Estado provincial, observa que el gran porcentaje de los recursos estuvo direccionado a tres o cuatro ciudades y los vecinos del interior de Chubut tenían que volcarse a Comodoro Rivadavia, Esquel, Puerto Madryn o Trelew.
No podían continuar sus estudios secundarios, no había una salida laboral importante y la gente empezaba a instalarse de forma desordenada. Entonces, hubo que hacer un corte a esa situación con la llegada del Programa de Mejoramiento Barrial (PROMEBA) y volcamos parte del presupuesto a obras del interior.
Uno de los ejes, precisamente, fue la educación y la salud; de manera que se comenzó a pensar en dotar de infraestructura a los pueblos. Hubo viviendas rurales, energía eólica, gas en el 92% de la provincia y cloacas en un alto porcentaje. Quedó claro que los derechos eran iguales para todos y fuimos con ese rumbo.
-¿Esa mirada al interior, no provocó la reacción de las ciudades denominadas grandes?
-Quizás, pero doy ejemplos para explicar que las obras llegaron a todos lados. Comodoro Rivadavia tuvo corredores viales que no se hicieron en los últimos 50 años. Creció la zona norte, se multiplicaron las escuelas, los centros de salud, se invirtió en seguridad y, si bien hay una marca de haber brindado protagonismo al interior provincial, también se atendieron las demandas de las ciudades más importantes.
-En 2003, el electorado de Comodoro Rivadavia le permitió llegar al gobierno y en las últimas elecciones le dio la espalda. ¿Cómo ve ese cambio?
-Comodoro Rivadavia tuvo una relación muy fuerte con el matrimonio Kirchner, ratificó ese acompañamiento en la figura de Cristina Fernández de Kirchner y, en última instancia, la gente se inclinó por la propuesta nacional de la Presidente y tuvo una mirada negativa de mi posicionamiento en particular. Yo a eso lo respeto, pero no hay que olvidar que Martín Buzzi ganó la provincia gracias al interior provincial y al empuje de la zona del Valle, más precisamente Trelew.
La gente evaluó de forma positiva el gobierno de Cristina, no creo que haya evaluado mi gestión provincial. Podría asegurar que la medida fue el 20 de marzo y ganamos. Lo concreto es que Martín Buzzi será gobernador y espero lo mejor de él y de sus colaboradores. Hay muchas cosas por hacer, aunque el piso que dejamos es muy importante.
-¿Cómo es su relación con la dirigencia política de Comodoro Rivadavia?
-La verdad no es buena, pero tampoco es mala. La cosa se enfrió porque hubo un encolumnamiento masivo a la propuesta nacional e, insisto, en ese sentido soy respetuoso. Yo agradezco a quienes me acompañaron y no comparto algunos comportamientos que, a esta altura, ya no interesan. La gente votó y hay que darle aire tanto al nuevo gobierno provincial como a la segunda gestión nacional de Cristina.
-Y su relación con Martín Buzzi. ¿Qué sensación le dejó todo lo que pasó antes y después del 20 de marzo?
-Yo, ante todo, soy respetuoso de las decisiones políticas. Ya sea aquella que comparto y las que no. En una valoración personal, me sorprendió su actitud pero entiendo las reglas del juego. Yo jamás hablo de traición pero tampoco de lealtades.
De hecho, el último Día de la Lealtad (el 17 de octubre) vi mucha hipocresía en diferentes actos que se hicieron en toda la provincia. Yo estuve en Alto Río Senguer en la inauguración de los bustos de Juan Perón y Evita; elegí ese lugar junto a un gran intendente como Javier Maraboli.
La realidad indica que Martín Buzzi comenzó como ministro de mi equipo de gobierno en 2003, luego en 2007 lo acompañamos para que llegue a la intendencia y en marzo de este año fue nuestro candidato a gobernador. Hizo una carrera brillante y le deseo lo mejor. No tengo resentimiento, tengo un poco de dolor por los momentos vividos. Te podría decir algunas tristezas, pero no hay que dramatizar. La gente tiene otros problemas más importantes que la relación de Buzzi con Das Neves.
De hecho, con una transición tan prologada se podría haber paralizado el Estado.
Claro, y ese sí que hubiese sido un problema. Nosotros tenemos y tuvimos cruces y rispideces entre algunos dirigentes pero, a diferencia de 2003 cuando la provincia estuvo casi un año en coma, ahora todo el sistema continuó su marcha diaria. Hubo enfrentamientos verbales, intercambios fuertes de ideas, pero Chubut siempre caminó hacia adelante.
Hubo 180 días de clases, la mayoría de los chubutenses conectados a internet y lo demás tendrá que llegar a corto plazo. Yo estoy acompañado y, principalmente, tranquilo con mi conciencia.
-¿Cómo es su relación con el gobierno nacional?
-Yo siempre fui uno de los principales defensores de las cosas buenas que hizo este gobierno nacional, pero nunca fui obsecuente. Soy amante de la libertad y no me permito evitar una crítica en un tema que no estoy de acuerdo. No tengo un sí para todo, de manera que he tenido idas y vueltas en ese sentido. Coincidí en varias cosas y repudié otras, como el manejo discrecional de los fondos nacionales.
En este punto, insisto que la gente ya votó y hay que apoyar al gobierno nacional y provincial, porque si les va bien, nos irá bien a todos.
-¿Qué le faltó en sus ocho años de gestión?
-Me faltaron muchas cosas porque todavía hay gente que no tiene su vivienda. Hay situaciones sociales difíciles, habrá que trabajar mucho en la relación de Provincia con los municipios en todo lo relacionado a la tierra fiscal, donde Comodoro Rivadavia ha hecho un gran trabajo pero todavía falta un largo camino.
En estas cuestiones la demanda siempre supera, pero la orientación de un Estado con presencia está muy clara. Se intentó ver los problemas, más allá del lugar donde vivían quienes reclamaban y ojalá el futuro gobierno sigo por este camino. Eso fue lo que pusimos a consideración de la gente el 20 de marzo.
-¿Y después del 10 de diciembre a qué se va a dedicar?
-El 8 vamos a lanzar la Fundación Hechos y desde allí voy a colaborar con todo lo que podamos. Voy a presentar mi otro libro donde narramos todo lo realizado para la gente y siempre digo que soy un militante social, me interesa seguir trabajando donde me encuentre la vida y no me desespero por un cargo. No he vivido de la teta del Estado.
-¿Vuelve en 2013 ó 2015 a pelear un lugar?
-En 2001 estaba cerca de San Pedro y en 2003 gané la gobernación. La verdad hoy quiero hacer algunas cosas con mi familia, disfrutar mi nieta y después veremos. Algunos dicen que debería volver, pero prefiero asegurar que voy a dejar el camino libre a los que están llegando. Por un tiempo.