Así lo precisó el vecinalista Roberto Varela, quien también le anticipó al ámbito político que “para ser candidato hay que caminar los barrios y si es posible puerta en puerta llevar una bolsita de caramelos para que le den a los hijos”.
Roberto Varela, vecinalista del barrio Máximo Abásolo, brindó su parecer sobre el panorama actual de la ciudad y aseguró que “Comodoro hoy se está cagando del hambre”.
Por este motivo principal, él busca “aprovechar a ver qué podemos sacar para la gente que necesita” a los precandidatos que irán a visitar uno de los barrios más habitados de la ciudad.
Gustavo Menna fue el primero en acudir. El precandidato a senador de la lista radicalista de Juntos por el Cambio conversó con Varela junto al concejal Tomás Buffa este martes.
Semanas atrás, Varela le había asegurado a este medio que no recibiría a candidatos del radicalismo en el barrio, pero hay excepciones que sabe argumentar.
“Me llamó Buffa y me dice ‘¿Varela podemos ir a tu barrio?’ Y le digo ‘bueno ya sabés cuál es la cuota para venir, plata no quiero pero ayuda para el comedor si hay, arreglamos’”, describió el vecinalista a El Comodorense Radio. Fue así que el precandidato a senador donó una cocina al comedor del Abásolo.
Para obtener la preciada foto con el dirigente barrial, “hay que poner la gansa”, dice sin timidez. “El candidato que viene le voy a pedir un termotanque”, dijo, y aprovechó el aire de La Petrolera 89.3 para ampliar su solicitud: “El que me está escuchando que venga con el termotanque si quiere entrar al comedor del Abásolo. Otro que quiera venir que traiga sillas, porque estamos sentados en los troncos. Así vamos a ir equipando el comedor”.
Por su parte, “Menna vino preparado a que yo le caliente las orejas”, detalló. “Le dije las cosas como son, que en plena pandemia no hay bicho alguno que se haya arrimado a los barrios, a Comodoro Rivadavia, así que no creo que vaya a salir muy aireada la cosa”.
Y allí llamó a la clase política a “asistir a la gente que no tiene trabajo”, y remarcó “para ser candidato hay que caminar los barrios y si es posible ir puerta en puerta, llevar una bolsita de caramelos para que le den a los hijos”.