Una persona alquiló una casa en la calle Aristóbulo del Valle al 1300 hace un año, el pago era muy bajo dado que debía invertir en la reparación del inmueble para que sea habitable, su experiencia en la construcción le permitió mejorar el espacio y los dueños del inmueble desde entonces le reclaman mejorar el pago.
Pese a la negativa del que alquilaba, siguió realizando los pagos de acuerdo a lo establecido en el contrato firmado con la propietaria. La demanda se volvió más intensa cuando la mujer indicó que le reclamaría incremento mediante cartas documento.
La tensión continuó y este viernes, un grupo de personas tocó a su puerta y respondió con golpes de puño y todo tipo de agresión al que alquilaba la propiedad.
“Recibí patadas, piñas, golpes en los tobillos que no me permiten caminar, reconocí entre el grupo de agresores al hijo de la dueña. Certifique con un médico del Hospital los golpes que sufrí y radique la denuncia en la Seccional Segunda”, indicó la víctima.
“Yo denuncié aunque no me gusta hacerlo, pedí una orden de restricción y tengo que esperar a ver que responde la justicia. No me gusta ni siquiera hacer público esto pero es por mi seguridad”, aseguró el inquilino, según publicó Comodoro24.
Para el Sindicato de Inquilinos de Chubut, esto se inscribe una ola de violencia habitacional que es cada vez más frecuente: “Es fundamental darle entidad a estos casos porque se esconde, no se toman denuncias, se sobrevalora la calidad del propietario y no se respetan acuerdos contractuales, se utilizan patotas, cortes de suministros de luz, de gas”, señalaron.
“Estos hechos, como una muestra de la crisis habitacional a la cual el Estado no da respuesta y por ende profundiza. A pesar de tener instituciones abocadas a resolver la problemática habitacional”, remarcaron desde el Sindicato.