Los caminos alternativos no dan abasto y se encuentran desbordados de vehículos. Los automovilistas utilizaron el Centenario, Roque González y hasta atravesaron el cerro en caminos poco aptos. Muchos otros eligieron caminar.
Comodoro vive una jornada de colapso total del tránsito por un corte del ingreso principal al centro por parte de padres de los niños del Jardín N°406 en el marco de la causa que investiga a un docente denunciado por 33 casos de abuso en la institución.
La jornada inició con una marcha a las 10h que comenzó en la Plaza Kompuchewe y tenía su final frente a Fiscalía, en calle Máximo Abásolo.
Sin embargo, allí los familiares de las aparentes víctimas decidieron cortar la Ruta 3 en ambas manos manifestando que la respuesta de Fiscalía era insuficiente.
El corte se produjo alrededor de las 12h y generó severas demoras en el tránsito, dado que duró varias horas.
Se trataba de un horario de ingreso y egreso a instituciones educativas y públicas, lo cual provocó que el tránsito colapse por completo. Además, a falta de colectivos –dado que no podían pasar de un sector de la ciudad a otro-, el panorama se tornó caótico.
A partir de allí el camino Centenario que une el Km3 con la parte alta del barrio Pietrobelli pasó a ser uno de los más utilizados en la jornada y por este motivo también se vio desbordado.
En tanto, el Roque González que va de Saavedra a zona sur también terminó colapsando sobre todo en las entradas a esta vía en los barrios, donde vehículos livianos y camiones compartían las avenidas Fray Luis Beltrán y Polonia que no daban abasto.
Con el correr de las horas y pese a la liberación parcial del tránsito la situación no hizo más que empeorar y la gente debió optar por caminar desde el centro a barrios alejados de zona norte.
Incluso los automovilistas debieron elegir transitar por caminos poco aptos para ser utilizados por tanta cantidad de vehículos como lo es el que une a Calafate Rugby Club con la parte alta del barrio Pietrobelli, pasando por zona de antenas y los molinos.
Para trasladarse de un barrio a otro sea por el motivo que sea, los vecinos no tardaron menos de una hora para realizar trayectos que en un día normal tardan hasta cuatro veces menos.
