Una de las formas de combatir al covid-19 es realizar la mayor cantidad de pruebas posibles para detectar la enfermedad y aislar a los pacientes y a sus posibles contactos. Cuáles son sus ventajas e inconvenientes.
Hay dos tipos principales de pruebas que usan los países en medio de la pandemia: las pruebas serológicas, a los que algunos lugares llaman «pruebas rápidas», pues ofrecen resultados en 10 minutos, y las pruebas moleculares, que tardan unas dos o tres horas.
También existen las pruebas de antígenos (proteínas) del virus SARS-CoV-2 (causante de la enfermedad), pero la Organización Mundial de la Salud (OMS) no recomienda su uso.
¿En qué consiste cada una, en qué se diferencian y qué información aportan?
Pruebas serológicas
En vez de detectar propiamente al virus SARS-CoV-2 (causante del covid-19), la prueba serológica detecta nuestra respuesta inmunológica contra el patógeno.
Es decir, a través de una gota de sangre el test detecta los anticuerpos que produce el organismo mientras está respondiendo o ha respondido en algún momento a esta infección.
Estos anticuerpos son los IgM (inmunoglobulina M) y los IgG (inmunoglobulina G), que se adhieren al virus para desactivarlo o eliminarlo.
Pero «no se puede confiar en las pruebas serológicas para que nos digan si alguien está infectado ahora mismo», dice a BBC Mundo la doctora Elitza Theel, directora del Laboratorio de Serología de Enfermedades Infecciosas de la Clínica Mayo.
La OMS no recomienda estos análisis para diagnosticar a un paciente que necesita atención.
La razón es que el organismo puede tardar al menos diez u once días en liberar los anticuerpos IgM y los IgG, explica, aunque luego «pueden quedarse por dos o tres meses (potencialmente más tiempo) en el cuerpo antes de que sean indetectables, aunque el virus ya se haya ido», dice Theel.
Por lo tanto estas pruebas, al resultar positivas, suelen detectar «anticuerpos de infecciones pasadas o recientes», indica la doctora.
Mientras, si la prueba se realiza al inicio del contagio o si la persona se ha infectado durante la última semana, hay una alta probabilidad de que el resultado sea negativo, explica a BBC Mundo el doctor Bruce Ribner, director médico de la Unidad de Enfermedades Transmisibles del Hospital de la Universidad Emory.
Países como Perú y Colombia usan estas pruebas. Pero el Ministerio de Salud de Colombia especifica que no se le considera como prueba diagnóstica de una infección vigente, sino que la usan para «identificar el contacto previo de una persona con el virus SARS-CoV-2».
El Instituto Nacional de Salud de Perú también especifica que las usa para detectar infecciones pasadas para «facilitar la vigilancia de la pandemia e identificar potencialidades inmunológicas».
Pruebas moleculares
También se llaman pruebas de reacción en cadena de la polimerasa (PCR, por sus siglas en inglés) y son las recomendadas por la OMS para confirmar los casos vigentes de covid-19, pues detectan directamente el ARN (ácido ribonucleico), es decir, el material genético del virus, en las muestras tomadas de secreciones respiratorias del paciente.
«Este material genético está presente en el cuerpo antes de que se formen los anticuerpos, lo que significa que las pruebas moleculares pueden detectar el virus muy temprano, desde el inicio de los síntomas», dice a BBC Mundo un portavoz de la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
A diferencia de las pruebas serológicas, el resultado positivo indica el que paciente está infectado en ese mismo momento, dice la doctora Theel.
Pero también es probable que el material genético del virus -pese a estar en el cuerpo de alguien- no ingrese en la muestra respiratoria que se le extrae, advierte Michael Borowitz, director de la División de Patología Hematológica del Hospital Johns Hopkins.
«Esto puede suceder porque, por ejemplo, alguien no obtuvo una buena muestra de la nariz. O ahora vemos que a medida que la enfermedad progresa, el virus puede ya no estar presente en la nariz, sino solo en los pulmones, por lo que una muestra nasal no contendrá virus», dice Borowitz a BBC Mundo.
Países como México, Argentina, Colombia, Perú, entre otros en la región, usan estas pruebas para detectar casos de covid-19. Brasil también usa ambos tipos de pruebas.
Las pruebas de antígenos (proteínas) de SARS-CoV-2 también utilizan muestras del tracto respiratorio del paciente, pero la sensibilidad de estos tests varía entre el 34% y el 80%, según la OMS, por lo que no recomienda su uso.
La doctora Theel dice también que hasta ahora no hay ninguna recomendación para usar estos análisis.
¿Por qué se usan las pruebas rápidas si no necesariamente descartan el covid-19?
Las pruebas moleculares «solo pueden indicar la presencia del virus durante la infección y no indicarán si una persona ha estado infectada y posteriormente se recuperó», dice la Universidad Johns Hopkins.
En cambio, como los anticuerpos persisten cuando los pacientes se recuperan, las pruebas serológicas son útiles para saber si una persona -sintomática o no- alguna vez estuvo infectada y para dar una mejor idea de la expansión real de la enfermedad.
«Si una persona estuvo expuesta al virus y desarrolló anticuerpos contra él, puede significar que esa persona tiene al menos cierta inmunidad al SARS-CoV-2», dijo la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) de EE.UU. en un comunicado enviado a BBC Mundo.
«Aunque todavía no sabemos si la persona está completamente protegida o cuánto dura esta inmunidad», agrega.
Estas pruebas pueden ayudar a los médicos «a comprender mejor cómo se desarrolla la respuesta inmune contra el virus SARS-CoV-2», dice la FDA, y por lo tanto también «pueden desempeñar un papel fundamental en la lucha contra el covid-19» y en el cálculo de «cuándo podemos volver al trabajo y reanudar nuestras actividades normales».
Además, «los resultados también pueden ayudar a identificar quién puede donar sangre que pueda usarse para fabricar plasma convaleciente, un producto en investigación para ayudar a los pacientes graves de covid-19», continúa la FDA.
Incluso la OMS dice que las pruebas serológicas «serán clave para apoyar el desarrollo de vacunas» contra la enfermedad.