Una prueba física demostró ser efectiva para indicar una alta probabilidad de padecer un aneurisma aórtico sin saberlo.
Un nuevo estudio adelantada por la Universidad de Yale descubrió una prueba rápida y efectiva para determinar si una persona padece, sin saberlo, de un aneurisma aórtico ascendente, una dilatación potencialmente fatal de las principales arterias del corazón, y lo mejor es que solo requiere usar la mano.
De acuerdo con el equipo de cardiólogos que dirigió el estudio, la prueba la puede hacer cualquier persona y solo requiere el pulgar y la palma de la mano. El procedimiento es simple: levantando una mano y manteniendo la palma plana, el paciente flexiona el pulgar lo más posible a lo largo de la palma. Lo normal es que el pulgar llegue hasta el centro de la mano, pero si cruza más allá del borde más lejano de la palma, el paciente puede estar albergando un aneurisma oculto.
Poder mover el pulgar de esa manera es una indicación de que los huesos largos de un paciente son excesivos y sus articulaciones están laxas, señalando posibles signos de enfermedad del tejido conectivo en todo el cuerpo, incluida la aorta.
Cada año miles de personas en todo el mundo están en riesgo de un aneurisma aórtico sin saberlo, una condición que es mortal para unas 10 mil personas anualmente solo en Estados Unidos, siendo esta la 13.ª causa de muerte más común para los estadounidenses.
Si un aneurisma se detecta lo suficientemente temprano, el paciente puede mantenerse seguro mediante la restricción del ejercicio, la monitorización radiográfica o la cirugía.
Pero, según los médicos, los aneurismas aórticos son difíciles de detectar por adelantado.
“El mayor problema de la enfermedad por aneurisma es reconocer a las personas afectadas dentro de la población general antes de que se rompa el aneurisma”, dijo el Dr. John A. Elefteriades, profesor de cirugía William WL Glenn en Yale y autor principal del nuevo estudio, publicado en el American Journal of Cardiology.
Durante al menos las últimas dos décadas, dijo Elefteriades, él y sus colegas han incluido la prueba del pulgar y la palma en conferencias para estudiantes de Medicina y han utilizado la prueba para pacientes que podrían estar en riesgo de portar un aneurisma.
Sin embargo, a pesar de su uso frecuente, la precisión de la prueba no se había evaluado en un entorno clínico.
Según los investigadores, es importante enfatizar que no todos los que dan positivo son portadores de aneurismas. Además, anotaron, los aneurismas a menudo tardan décadas en progresar hasta el punto de ruptura, y una prueba positiva no es motivo de pánico.
Para el estudio, los investigadores realizaron la prueba a 305 pacientes sometidos a cirugía cardíaca por una variedad de trastornos, incluidos los aneurismas aórticos. “Nuestro estudio mostró que la mayoría de los pacientes con aneurisma no manifiestan un signo positivo del pulgar-palma, pero los pacientes que tienen una prueba positiva tienen una alta probabilidad de tener un aneurisma”, dijo Elefteriades.
Con base en sus hallazgos, Elefteriades y sus colegas dijeron que la prueba del pulgar y la palma de la mano debe incluirse en los exámenes físicos estándar de los pacientes, en particular en aquellos que tienen antecedentes familiares con aneurisma aórtico.
“Difundir el conocimiento de esta prueba bien puede identificar a los portadores de aneurismas silenciosos y salvar vidas”, dijo Elefteriades.