Mudarse puede ser un desafío para cualquiera, pero cuando tenés un gato en casa, el proceso se complica aún más. Estos felinos, con su sensibilidad a los cambios y su necesidad de estabilidad, pueden experimentar niveles elevados de estrés durante una mudanza.
Afortunadamente, hay estrategias efectivas que pueden ayudar a que el tránsito hacia un nuevo hogar sea mucho más suave para tu mascota. Desde la preparación anticipada hasta la adaptación en el nuevo espacio, te compartimos algunos consejos clave para asegurar que tu gato se sienta cómodo y seguro durante todo el proceso.
Cómo hacer una mudanza con un gato
Preparación anticipada: Antes de la mudanza, es fundamental preparar a tu gato para el cambio. Los expertos recomiendan familiarizar a tu felino con la caja de transporte, dejándolo a su disposición durante semanas previas a la mudanza. Poné juguetes y golosinas aptas dentro de la transportadora para que la asocie con cosas positivas.
El día de la mudanza: Intentá mantener a tu gato en una pieza tranquila y segura. Es aconsejable colocarle un collar con su identificación y mantener a mano su transportadora. Una vez que llegues a tu nuevo hogar, evitá abrir el transportador hasta que el lugar esté tranquilo y despejado.
Adaptación al nuevo hogar: Una vez en la nueva casa, permití que tu gato explore a su ritmo. Inicialmente, puede ser útil mantener a tu gato en una pieza específica con sus pertenencias conocidas, como su cama, juguetes y sus piedritas. Esto le va a ayudar a familiarizarse con el nuevo ambiente sin sentirse abrumado.