Un Día del Trabajador con poco para festejar: Mauricio Macri vuelve a la carga con su proyecto de reforma laboral. Los puntos más «amables» de la iniciativa comenzarán a debatirse en las próximas semanas. Los más resistidos se discutirán durante el Mundial de Rusia.
El alto costo político que implicó en diciembre pasado la aprobación de la resistida reforma previsional obligó al gobierno de Mauricio Macri a cambiar de estrategia y patear para adelante otro sus objetivos: la flexibilización laboral.
Ese «adelante», consideraron en Casa Rosada, ya llegó, a pesar de que el descrédito popular crece merced de la desbandada de la inflación, los tarifazos que se acumulan uno sobre otro y la consecuente la caída del poder adquisitivo del salario.
Por eso, el Ejecutivo volverá a la carga, aunque intentará hacerla pasar con una estrategia diferente y más «amable»: en lugar de buscar aprobar una reforma laboral integral en un solo mega proyecto, dividirá su contenido en tres proyectos distintos. Además buscará primero hacer pasar la aprobación de aquellos capítulos de su reforma que cuentan con menos resistencia e incluso abierto respaldo de la CGT y relegar los más polémicos y resistidos para su debate en junio, mientras gran parte de la atención mediática estará ocupada con el Mundial de Rusia.
Cálculo de indemnizaciones, alteraciones de las condiciones laborales, pasantías, licencias sin goce de sueldo, extensión de la licencia por paternidad y blanqueo algunos de los puntos que el gobierno de Macri busca modificar.
Mirá cuáles son sus propuestas:
* Indemnizaciones 1: En paritarias los gremios y las empresas podrán acordar regímenes especiales de indemnización o seguro de desempleo con aportes de los propios trabajadores. En otras palabras los trabajadores podrán aportar de sus sueldos para sus propios despidos.
* Indemnizaciones 2: Para su cálculo se tomaría en cuenta sólo los ítems salariales de la remuneración. Quedarían afuera del cálculo las horas extra, el aguinaldo, las comisiones y cualquier otro ítem no regular. Además hasta ahora es habitual, sobre todo en mandos medios y gerenciales, la inclusión de rubros como el automóvil, el celular o la prepaga en el cálculo de las indemnizaciones. Para ello el proyecto prevé la redefinición del concepto de «salario» previsto en la ley de Contrato de Trabajo.
* Pasantías: Se prevé la reintroducción de un nuevo esquema de pasantías o prácticas formativas disociadas de las obligaciones de un contrato de trabajo que podrán acordarse en cada convenio colectivo. Podrían extenderse por hasta 12 meses con prestación de tareas por hasta 30 horas semanales.
* Irrenunciabilidad: Entre los puntos más polémicos de la reforma se destaca el vinculado al concepto de «irrenunciabilidad». La legislación vigente prohíbe la firma de acuerdos individuales con resignación de contratos superadores de los colectivos. De este modo, en caso de aprobarse, un trabajador podrá renunciar a mejoras obtenidas por encima de las negociadas en convenios laborales generales.
* Acción legal: Se reduciría desde los dos años vigentes en la actualidad a sólo uno el plazo de prescripción para el inicio de acciones judiciales de un trabajador contra su empleador.
* Alteración de las condiciones laborales: Se eliminaría la valoración del «ius variandi» como garantía de no alteración de las condiciones de trabajo. Hasta ahora si un empresario resolvía de forma unilateral mudar el lugar de trabajo o cambiar las labores de su personal, los trabajadores podían exigir ser indemnizados o bien aceptar las nuevas condiciones de trabajo. Ahora estarían obligados a aceptar, por ejemplo, que una empresa ubicada en la ciudad de Buenos Aires mude sus oficinas a Tortuguitas.
* Licencia por paternidad: Se ampliaría a 15 días la licencia para padres por el naciomiento de sus hijos.
* Licencia sin goce de sueldo: Se incluiría la posibilidad de que los empleados se tomen hasta un mes de franco sin goce de sueldo.
* Contribuciones patronales: Se reducirían las contribuciones patronales y aportes a la seguridad social. Se haría de forma escalonada. El objetivo es reducir un tercio el costo laboral por cada contratación nueva o blanqueo de trabajador. La diferencia la aportaría el Estado. Este sistema ya rige para las microempresas y las Pyme por lo que este punto sólo beneficiaría a las grandes compañías.
* Multas: Las multas administrativas previstas en las indemnizaciones fijadas por juicios dejarán de ser percibidas por el trabajadores para ser derivadas a un fondo de la ANSES.
* Tercerizaciones: El gobierno intentará además frenar los juicios «por solidaridad», es decir aquellos en los que el empresario demandado no es el empleador directo sino el que desarrolla la actividad principal. Esta medida potenciaría las tercerizaciones.
* Certificado del trabajo: se facilitará la expedición de dichos certificados, motivo usual para la radicación de juicios y que motiva multas equivalentes a tre ssueldos.
* Blanqueo: El Gobierno busca lanzar un blanqueo laboral por un año: los primeros seis meses sin costo para el empresario. Para el periodo restante deberá pagar sólo el 30% de las deudas por aportes y contribuciones no efectuadas.
* Extinción de la acción penal: La iniciativa prevé la extinción de la acción penal para los empleadores fuera de regla así como una amplia condonación de multas y su baja del Registro Público de Empleadores con Sanciones Laborales (Repsal).
* Agencia Nacional de Evaluación de Tecnologías en Salud: Un punto clave para ganar el respaldo de la CGT es la creación de una agencia evaluadora de tecnologías de salud ideada para poner freno a los juicios contra obras sociales y prepagas, cuyos dictámenes serán «vinculantes» para la Justicia.