Hay personas que todavía no se deciden a recibir la primera dosis cuando ya la tienen a su disposición.
La vacuna contra el COVID-19 no es obligatoria. Hay razones posibles para rechazarla: desde la fobia a las agujas hasta dudas concretas respecto a los plazos en que fueron aprobadas, mitos sobre conspiraciones y, sobre todo, miedoa las reacciones adversas.
“Mis padres no se quieren vacunar contra el covid”, asegura Giovanna Santana que duda en anotarlos si ellos no están de acuerdo. Esta situación se repite en algunos hogares, genera rechazo, conflictos y angustia a nivel familiar e inmediatamente surge la pregunta casi desesperada ¿Cómo hago para que ellos acepten vacunarse?
“Esto puede deberse a múltiples causas, pero en el consultorio encontramos con frecuencia una cierta negación del problema (el coronavirus) o en otros casos hay un miedo encubierto de los efectos que pueda traer esta instancia. Con respecto a este último punto, el problema surge porque muchas veces ese miedo no es puesto en palabras y a la mirada del otro queda simplemente como un ‘berrinche’ sin trasfondo”, argumenta a Con Bienestar la psicóloga Eliana Álvarez (M.N. 68.245).
Las vacunas pueden ser un tema muy sensible, así que hay que pensar muy bien en cómo se va a iniciar la conversación. Cada quien conoce mejor a la pareja, el amigo o el familiar que no quiere vacunarse, con base en eso, hay que usar la estrategia que se crea más eficaz.
Si bien cada caso es particular y único, lo importante, según la psicóloga, es:
- No obligar ni enojarse con la persona que no se quiere aplicar la vacuna contra el covid. Es decir, que la comunicación no termine en un enojo o discusión. Eso sólo empeora las cosas, porque no deja de ser una decisión puramente personal.
- Generar un espacio donde se pueda escuchar a la persona que toma esta decisión para conocer sus motivos reales. Preguntar e indagar por qué.
- Indicarles que respetan su elección, pero recordarles de forma calmada las consecuencias de ello.
- Explicarles que la vacunación es una forma de contribuir entre todos al fin de la pandemia y accediendo a esto, también podrían cuidar a sus amigos y familiares de los contagios.
Si alguien tiene una fobia, lo mejor es guiarlo en la dirección de la terapia y las estrategias que pueden ayudar a superar el problema. Si la persona cree en ciertas conspiraciones, se podría compartir información de fuentes de noticias de confianza que desacreditan los mitos contra las vacunas.
Siempre se puede seguir la conversación con algunos enlaces a artículos respaldados por la ciencia que podrían tranquilizarlos, pero hay que tener presente que cada uno lo “digiere” a su propio tiempo. Si la persona sigue resistente, llenarla de estadísticas y hechos no va a ayudar.
Todavía falta entender exactamente lo que significará tener la vacuna para todos, pero hablar de algunas de las maneras en que podría afectar la vida cotidiana, como limitar los viajes y las visitas a seres queridos, podría ser útil para cambiar de opinión.
Cualquiera sea el caso, hay que darle tiempo al otro para su reflexión y decisión. No entrar en discusiones y no forzar situaciones que pueden abrir grietas familiares, cuando se precisa unión y comprensión.
Fuente: TN