Un hecho por demás grave por una causa de “justicia por mano propia” es investigado por el Poder Judicial, a raíz del rapto de un menor de edad tras haber sido señalado como el autor de un robo en Río Gallegos, según consigna La Opinión Austral.
Todo se remonta a fines del mes de febrero cuando un menor de 16 años, recién llegado a Río Gallegos desde el norte del país, fue imputado por el robo de mercadería de un local emplazado en la calle Sarmiento.
De acuerdo a la información a la que tuvo acceso La Opinión Austral, a través de fuentes policiales y judiciales consultadas, el menor fijó domicilio y fue entregado a sus progenitores, mientras se encontró parte de las camperas y otros objetos de los que se había apoderado.
Todo podría haber terminado allí pero, el damnificado -que luego pasaría a revestir la calidad de imputado- comenzó con una investigación por su cuenta para “darle una lección al menor“. Fuentes consultadas por este diario indicaron que quiso hacer “justicia por mano propia” desconociendo que, de esa manera, estaría incurriendo en un delito.
A partir de las averiguaciones que realizó la Policía, se pudo saber que las cámaras de seguridad fueron fundamentales para determinar como fue el accionar del comerciante que, junto a amigos, realizaron vigilancia a la espera de la salida del menor y, tras encontrarlo solo en la vía pública, lo subieron a un auto.
Se trataba de dos vehículos que estaban esperando al joven y, de acuerdo al registro fílmico, los rodados se movilizaron por diversas calles de la ciudad mientras amenazaban al menor para luego tirarlo de uno de los autos en movimiento cerca del Parque de los Dinosaurios.
El menor dijo que lo amenazaron y que tendrían armas de fuego
Las averiguaciones de este segundo caso nacieron en la Seccional Segunda por “privación ilegítima de la libertad”. Ellos junto a sus pares de la División de Investigaciones (DDI) lograron individualizar a los vehículos y, gracias al testimonio del menor que aseguró haber reconocido al comerciante durante las amenazas y decir que, posiblemente, tenía armas de fuego, el Juzgado de Instrucción N°3 tomó cartas en el asunto, disponiendo tres allanamientos en domicilios de la ciudad.
Los procedimientos fueron ejecutados en las últimas horas en casas emplazadas en Pérez Gallart al 300, Arturo Illia al 2200 e Ituzaingó al 500. Como existía la posibilidad que alguno de los moradores podría arremeter contra los efectivos, el ingreso táctico estuvo a cargo del Grupo de Operaciones Especiales.
Las ordenes de allanamiento apuntaban al secuestro de armas de fuego pero ninguna fue encontrada. Asimismo, no se dispuso la incautación de teléfonos celulares o la vestimenta de los “amenazadores” que aparecían en las filmaciones. Por último, se requisó una camioneta Toyota Hilux y un Volkswagen Gol involucrados en el caso. Tanto el comerciante como sus amigos fijaron domicilio.