Julie Dennis es oriunda de Estados Unidos, y tomó la decisión de empezar con este negocio de la leche materna al ver que mucha gente iba a comprarla.
Jamás se imaginó Julie Dennis, una mujer de los Estados Unidos, que meterse en el negocio de la venta de su leche materna iba a resultar un verdadero éxito, consigna Radio Mitre.
Todo comenzó cuando dio a luz a un niño para otra familia en agosto del año pasado, y después de los seis meses fue entregado a su pareja.
Se dio cuenta de que tenía una gran cantidad de leche que no podría utilizar, y entonces decidió publicar algunos mensajes en las redes sociales.
Allí aparecieron varias familias con recién nacidos, logrando conseguir esto a un precio medianamente razonable: “Tengo un útero perfectamente bueno y una leche perfectamente buena, así que también puedo usarla”.
A pesar de las críticas por vender algo que es gratis, ella se defiende: “Paso horas al día conectada a mi bomba todos los días, es un tiempo lejos de mi familia. Dedico tiempo a limpiar, embolsar y esterilizar todas las piezas de mi bomba entre cada uso”.
Hasta el momento ya ha hecho más de 15.000 libras, pero el esfuerzo es muy grande: “Eso no incluye el reemplazo de las piezas de la bomba cada seis a ocho semanas, el costo de las bolsas, el costo de las unidades de esterilización y las cuatro bombas diferentes que uso, Es mucho trabajo bombear exclusivamente y es un trabajo de amor”.
Bombea alrededor de 15.000 onzas por mes, y las guarda en su congelador, además de hacer envíos a todo el país: “Tiene anticuerpos y su leche materna está hecha para bebés humanos, pero es mucho más cara que la fórmula”.
Y concluyó: “En Facebook encontré otra familia”.