Referentes de UOCRA denunciaron que los trabajadores estaban encerrados y trabajaban en negro. La semana próxima se reanudarían las tareas «pero con los portones abiertos y con libre acceso ante cualquier eventualidad».
Ayer en horas de la mañana, la Unión Obrera de la Construcción de nuestra ciudad denunció públicamente a los dueños del supermercado chino que abrirá sus puertas en el barrio 9 de julio, por tener a trabajadores en negro y con malas condiciones laborales.
Walter Godoy, quién está a cargo de las inspecciones de obras del mencionado gremio, informó esta tarde que la obra fue clausurada y que tienen plazo hasta el viernes para regularizar la situación y mejorar el salario de los operadores que están fuera de escala».
Además Godoy relató que luego de realizada la inspección de la obra del autoservicio chino «fuimos a tomar los datos de los trabajadores que estaban encerrados con un portón ciego y con llave. Salieron los propietarios; uno terminó agrediendo verbalmente a los trabajadores e hicimos una denuncia en la Secretaría de Trabajo para desarrollar una medida de fuerza al día siguiente. Ayer fuimos cuatro delegados, nos recibieron con un arma blanca, un machete y una picana los dos chinos propietarios, con una señora del mismo origen y tuvo que intervenir la policía».
«Los representantes de la Secretaría de Trabajo lograron ingresar al local con autoridad policial, hicieron un acta constatando los datos de los trabajadores que estaban en negro, sin ropa de seguridad, comedor ni baño y estaban encerrados como habíamos denunciado» informó.
«La obra se clausuró y tienen un plazo de tres días, es decir hasta el viernes, para regularizar la situación» y agregó «que deben seguir trabajando los mismos compañeros pero con los portones abiertos pero con libre paso por cualquier emergencia que tengan», especificó Godoy.