Santa Fe tiene el índice más alto de exportación del país. Hace diez años, en época de la convertibilidad, tenía el 20 por ciento. Le sigue Chubut a más de once puntos básicos con la comercialización de hidrocarburos. En tanto, la provincia de Buenos Aires y la Ciudad de Buenos Aires tienen casi el 60 por ciento de la producción del país. Santa Fe está después de Córdoba con el 6,7 por ciento de la actividad nacional.
La consultora Abeceb elaboró un ranking entre las provincias que más venden al exterior. Y en primer lugar de la pirámide se colocó Santa Fe, donde el 53,9 por ciento de su producto bruto geográfico es explicado por sus exportaciones, cuando hace diez años era sólo el 20 por ciento. Es decir, en los últimos años creció su caudal exportador en un 39 por ciento.
El estudio revela que provincia de Chubut se encuentra en el segundo lugar, con un porcentaje de ventas externas sobre el producto del orden del 42,5 por ciento. Por su parte, Córdoba, Catamarca y San Juan indicaron una razón cercana al 33 por ciento. En la franja inferior, con alrededor del 20 por ciento, le siguen La Rioja, Tierra del Fuego y San Luis.
El fenómeno santafesino se debe, básicamente, a la venta del principal producto territorial: la soja. Esta oleaginosa tuvo su repunte después de la salida de la convertibilidad, allá por principios de 2002. Desde ese momento comenzó una curva ascendente de la oferta y demanda del principal grano que Santa Fe exporta.
En el caso de Chubut, deja ver el informe, el mayor peso está claramente en los hidrocarburos. «De allí que estas jurisdicciones sean también muy vulnerables a los cambios en los precios internacionales de estos productos».
El fuerte perfil exportador de estas dos provincias y el hecho de que la mayor parte de sus ventas externas sean commodities las hace más proclives a recibir los impactos de las crisis o los ciclos globales.
LOS DE ABAJO
El trabajo realizado por Abeceb explica que Formosa se encuentra en último lugar, con apenas el 1,2 por ciento. Esto se debe a que «no tiene minería, petróleo, ganadería, vid, olivo, ni ningún producto relevante para su desarrollo productivo regional», explica Mariano Lamothe, economista jefe de la consultora. «Tampoco cuenta con la ley de promoción industrial que tienen otras provincias pobres».
«Formosa debería profundizar el desarrollo de sus economías regionales, aprovechando su cercanía con Brasil, que se encuentra en pleno crecimiento», sostuvo Lamothe, quien agregó que «de este modo, sus empresas podrían integrarse como proveedores de las compañías de ese país».
En la ánteúltima parte del del ranking, con el 3,4 por ciento, se ubica Santiago del Estero. Esta posición obedece a que no cuenta con economías regionales ni con frutas con posibilidad de exportación. «Tampoco posee una diversidad productiva, ni polos industriales», completó el economista.
DISPARIDADES GLOBALES
Además, el informe menciona la enorme disparidad que se presenta en términos de participación en el producto global. En este sentido, la provincia de Buenos Aires y la Ciudad de Buenos Aires tienen casi el 60 por ciento de la producción del país. En tanto, nuestra provincia de Santa Fe se presenta el 6,7 por ciento de la actividad y en Córdoba el 6,8 por ciento. Lejos están de la centralización económica que desarrolla Buenos Aires y sus grandes centros comerciales.
Sin lugar a dudas, en los últimos años la soja a motorizado, junto a otros granos, distintos rubros de la economía local y regional. Y todavía no se entiende como el Gobierno Central quiso ponerle un freno al crecimiento con la Resolución 125 que buscaba, claramente, interferir con las retenciones móviles. De haberse aprobado hubiera disminuido el caudal exportador de Santa Fe y generado mayores inconvenientes de los que actualmente existen.