Ya no es sorpresivo el avance tecnológico de China, pero sí resulta notable la creación de un imán del tamaño similar a una moneda, que es un millón de veces más poderoso que el núcleo magnético que posee la Tierra.
La nueva tecnología posee una potencia de 45,22 teslas y está siendo utilizado para investigaciones científicas.
El imán más potente que el propio mundo
Con la presentación de este imán, China rompió todos los récords en cuanto a este tema, dado que posee un campo magnético que es un millón de veces más potente que el que posee la Tierra.
Lo que llama la atención es su tamaño: solo tiene 33 milímetros de diámetro, lo que lo hace similar a una moneda.
El logro tecnológico fue comunicado por los científicos del Laboratorio de Altos Campos Magnéticos de la Academia China de Ciencias, propio de la ciudad sudoriental de Hefei, en la provincia de Anhui.
Este invento se posicionó en el segundo imán más fuerte del mundo, solo detrás de un instrumento que se creó en 1999 por el Laboratorio Nacional de Altos Campos Magnéticos de Estados Unidos con 45,5 teslas.
Lo distinto con el chino, fue que el norteamericano no fue utilizado para ningún experimento científico. En ese sentido, para investigaciones, la creación china es la más potente.
Una de las aplicaciones más útiles de este tipo de imanes es para fabricar computadoras más rápidas y de bajo consumo, con la idea de reemplazar el silicio con carbono en los chips. Otro de los aportes, crear reactores de fusión más eficientes.
Todo esto podría llegar a revolucionar la industria energética como nunca antes se vio.
¿Adiós a la basura espacial?
La chatarra espacial, como los satélites en desuso, son una de las principales preocupaciones de la industria aeroespacial.
En otra de las posibles aplicaciones, estos imanes podrían resultar muy prácticos para barrer la basura espacial. Ya se han hecho una serie de pruebas, y la idea principal radica en lanzar un satélite con imanes, a fin de recoger los desechos que luego serían quemados en la atmósfera.
Esta basura, principalmente compuesta por satélites en desuso y otro tipo de fragmentos, resulta ser una de las principales preocupaciones de la industria aeroespacial.
