El gigante asiático llevará a cabo un “seguimiento cercano” a personas que muestren síntomas como erupciones. En el país, se deberá informar a las autoridades de prevención de enfermedades de cualquier caso sospechoso para su traslado a “instituciones médicas designadas”.
Todos los viajeros que entren en China desde el extranjero deberán someterse a pruebas de viruela del mono aparte de las del COVID-19, informó el rotativo oficial Diario del Pueblo, que cita una nueva guía de prevención de la enfermedad publicada por la Comisión Nacional de Sanidad.
La institución exigió a las diferentes autoridades locales que hagan pruebas de viruela del mono a los llegados del exterior, especialmente a aquellos en cuyo historial de viaje figuren países en los que se han detectado casos de la enfermedad en los 21 días anteriores a su entrada en China.
Asimismo, se deberá llevar a cabo un “seguimiento cercano” a personas que muestren síntomas como erupciones, y se deberá informar a las autoridades de prevención de enfermedades de cualquier caso sospechoso para su traslado a “instituciones médicas designadas”.
Quienes muestren esos citados síntomas deberán someterse a pruebas de etiología para excluir los causados por otras enfermedades como varicela, rubeola o sarampión.
La Comisión también instó a las personas que hayan estado en contacto con contagiados de la viruela del mono a informar a las autoridades aunque no hayan desarrollado síntoma alguno.
Por el momento, China no ha informado de la detección en su territorio de casos de la viruela del mono, que se ha propagado ya a cincuenta países desde que comenzó el año, según los datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
La mayor parte de los 3.413 contagios confirmados en 2022 se han registrado en Europa, con especial incidencia en países como Reino Unido, Alemania o España.
En un comunicado emitido este viernes, el director regional de la OMS en Europa, Hans Henri P. Kluge, indicó que casi el 90 % de los casos detectados a nivel global desde mediados de mayo se concentran en ese continente, en el que los contagios se han triplicado en las últimas dos semanas.
La OMS no declaró una emergencia de salud pública
La Organización Mundial de la Salud (OMS) no ha catalogado hasta ahora esta situación como una emergencia de salud pública de interés internacional, cosa que llama la atención, más después de la experiencia equivocada que ha tenido al demorar en la declaración de pandemia para COVID-19 hace más de dos años.
Los funcionarios de la OMS han comunicado esta semana que la propagación mundial de la viruela del mono aún no amerita declarar el brote como una emergencia de salud pública de interés internacional (PHEIC, por sus siglas en inglés). La decisión, anunciada el 25 de junio, se tomó después de dos días de deliberación tras un comité de emergencia interno de la entidad sanitaria mundial.
La propagación de la enfermedad viral ha causado alarma ya que muchos de los países afectados no habían visto una transmisión sostenida de la viruela del mono hasta este año. Aunque la OMS decidió no declarar la viruela del mono como PHEIC, el nivel más alto de alerta que la organización puede hacer, “reconoció que la convocatoria del comité en sí refleja una preocupación creciente por la propagación internacional de la viruela del mono”, explicó el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus.