Ayer comenzaron a operar en forma simultánea los tres planes con lo cuales el Gobierno espera concretar el rescate de los 33 mineros atrapados en el yacimiento San José desde el pasado 5 de agosto.
Hasta el momento eran dos las perforadoras que operaban: una Strata 950, responsable del llamado Plan A y que había alcanzado en su primera pasada los 320 metros de profundidad sobre un total de 700; y una T-130, que finalizó su primera fase tras alcanzar los 620 metros y llegar a un taller al cual tienen acceso los mineros.
Las dos máquinas deberán ahora ensanchar los ductos hasta un diámetro de entre 66 y 70 centímetros. Además, una tercera máquina se sumó a los trabajos. Se trata de una gigantesca sonda petrolera que avanza más rápido que las anteriores y excava de una sola vez un ducto con el diámetro requerido para el rescate, confirmó Piñera.
La sonda petrolera está a cargo del denominado Plan C, que consiste en perforar unos 600 metros de longitud con un diámetro de 60 cm y tiene además la capacidad de encamisar -reforzar el túnel para que no se derrumbe- en 24 horas cuando acabe la excavación .
Su instalación requirió un enorme operativo, que incluyó su traslado en 42 camiones, y su emplazamiento sobre una superficie de una extensión similar a una cancha de fútbol, con una torre de 45 metros de altura. Las máquinas registran un avance ligeramente más rápido del previsto, según las autoridades, que ratificaron no obstante su pronóstico de finalizar el rescate para inicios de noviembre.
Asimismo, el Golborne anunció que hoy se reunirá con pequeños mineros de Tierra Amarilla y Copiapó, cercanas al yacimiento San José, para conocer las condiciones de seguridad en que laboran, mientras que mañana recibirá a un grupo de mineros de la compañía dueña del yacimiento siniestrado inquietos por su futuro laboral.
Fuente: AFP