Es evidente que el periodismo deportivo y los propios jugadores del Barcelona no supieron leer desde un comienzo lo que ahora está ocurriendo en el club: la llegada de Ronald Koeman no fue simplemente para reemplazar Quique Setién luego de los 8 cachetazos que le dio el Bayern de Munich sino para dar comienzo a una nueva etapa en la que ya se piensa sin Lionel Messi, al menos como jugador.
Para cuando se cumpla el último contrato de Lionel Messi en el Barcelona -septiembre 2021-, Lionel Messi ya habrá cumplido 34 años, por lo que no tiene sentido armar otro equipo alrededor de un jugador, tal como venía ocurriendo, cuando ese jugador está próximo a retirarse.
Ahora, el FC Barcelona se propuso armar un plantel adaptado a la cabeza de su nuevo DT, Ronald Koeman, intentando revivir la gloriosa etapa de Pep Guardiola.
Esto es, la reestructuración del club catalán está terminando de retirar de las canchas a uno de los mejores jugadores del mundo. Un año antes o un año después, la noticia llegará en algún momento y el Barcelona no nació con Messi y mucho menos morirá sin él.
De fondo también se filtra la interna que existe en la Comisión Directiva: o Josep Bartomeu remonta la nave o se va. No es un debate, es el ultimátum que recibió tras la eliminación de la Champions League, que pretendía ganar para equilibrar las cuentas luego de una pandemia que no perdonó a nadie.
Gerard Piqué continuará, al igual que Sergio Busquets pero este último con la advertencia de que no será titular.
Tras la salida de Luis Suárez y Arturo Vidal siguió la de Ivan Rakitic y Samuel Umtiti.
Pero hay más: los contratos de Piqué, Jordi Alba, Sergi Roberto y Sergio Busquets será revaluado. Serán retocados los plazos y los montos.
Y el que no esté de acuerdo, «ahí tiene la puerta».
Ese mensaje también fue para Messi. El expresidente del Barsa, Joan Porta, fue muy claro: «Esto me hace sospechar que quieren vender a Messi, lo que sería un error histórico. Pobre Barça en manos de estos incompetentes».
Es que es muy obvio. El Barsa lo quiere pero si Messi decide irse, nadie se opondrá (claro está, si paga lo que corresponde) porque el club ya está en otra etapa.
El jeque Mansour bin Zayed bin Sultan Al Nahayan, dueño del Manchester City, mientras tanto saca cuentas. Allí lo esperaría Pep Guardiola. Rumores por ahora.