Ante una estadio repleto de militantes, la presidenta Cristina Kirchner agradeció la presencia de los jóvenes de las distintas agrupaciones convocantes y los exhortó a «sembrar futuro, porque quienes estamos arriba del escenario no somos eternos», y «a seguir escribiendo la historia que empezamos a escribir hace 9 años, que no es lineal ni se escribe con una estilográfica, sino que es una construcción política de voluntad, trabajo y compromiso».
En ese sentido, destacó en Página 12 que el 27 de abril, cuando Néstor Kichner obtuvo el 22 por ciento de los votos en las elecciones de 2003, «comenzamos a escribir nuestra historia y jamás volveremos a permitir que la escriben desde afuera y desde intereses contrarios a los de la Patria». Recordó que, a falta de una segunda vuelta que legitimara la elección de Kirchner, «construimos nuestra legitimidad a fuerza de políticas para cambiar el destino histórico de la Argentina». «Quién podía imaginar aquel 25 de mayo de 2003 que íbamos a lograr las cosas que hemos hecho y desprendernos del lastre que significaba la deuda externa y el FMI, que sigue recomendando las mismas políticas de ajuste, que ya fracasaron, ahora en los países desarrollados. Quién pensó que los asesinos y genocidas iban a ser juzgados por los jueces y leyes de la Constitución», agregó.
Luego de recordar que la iniciativa del acto había surgido del Movimiento Evita y La Cámpora, que en febrero le propusieron realizar el encuentro el 11 de marzo, en homenaje a las elecciones de 1973, y que ella les había respondido que aquella fecha era «un hito histórico de la Patria» y les pertenecía a todos los argentinos, agradeció el apoyo de los partidos políticos al proyecto de expropiación de YPF y exhortó a realizar «un aprendizaje político»: «Quiero que nos preguntemos cómo fue posible que esta historia que empezó con tanta debilidad haya podido conseguir tantas cosas… Quiere decir que la voluntad, la convicción, el trabajo, el esfuerzo, y el sacrificio personal de cada uno de los que se juegan todos los días para que las cosas salgan bien vale la pena. (…) Algunos pensaron que cuando hablábamos de sintonía fina íbamos a retroceder… Qué poco me conocen, qué poco conocen al pueblo argentino. Estas ideas son parte de toda la República Argentina».
La Presidenta reconoció que a aquel 22 por ciento de votos obtenidos el 27 de abril de 2003 por su marido y compañero de militancia, Néstor Kirchner, le faltaba legitimidad por la deserción del también expresidente Carlos Menem, quien desistió de la segunda vuelta electoral, pero añadió que «nos sobraba coraje para dar vuelta la taba en la Argentina» y repasó los logros de los nueve años de gestión conjunta. «Quién pensó que íbamos a decirle que no a los más poderosos, que íbamos a crear más de 5 millones de puestos de trabajo y que nuestros trabajadores estarían entre los mejores pagos del mundo, que los sueldos se negociarían libremente… Que una mujer iba a ser presidenta de la Repúlica, que aprobaríamos el matrimonio igualitario… Quién pensaba que después del 2008, cuando atravesamos un conflico tan severo político e institucional, este proyecto, al que le auguraban pocos meses de vida, iba a recuperar los fondos de los trabajadores, que los sacaría del mercado de capitales para volcarlos al mercado social… Quién iba a pensar que tendríamos dos aumentos por año en las jubilaciones», repasó Cristina.