Cristina Fernández partió después de la medianoche hacia La Habana, donde Hugo Chávez se recupera de una intervención quirúrgica y luego emprenderá una gira por Medio Oriente y Oriente.
Es de destacar que el gobierno venezolano insistió hasta último momento en que Cristina Kirchner no fuera a Cuba hasta no tener un panorama más claro de la salud de Chávez.
Le deslizaron incluso que existe la posibilidad certera de que ni siquiera pueda llegar a ver a Chávez, que está internado. De hecho, el vicepresidente Nicolás Maduro no habría podido ver a Chávez en más de dos o tres oportunidades en las últimas semanas, según reveló la prensa internacional.
Cristina Fernández estará poco menos de 22 horas en La Habana antes de partir a Asia. Pero apostará ese tiempo por ver a su par venezolano.
Los médicos personales de la Presidente no estaban muy conformes con esta decisión. Le habían recomendado que por su problema de tiroides no se exponga a un viaje tan extenso como el que comenzó anoche. Es que estará unos 11 días afuera del país y recorrerá más de 20.000 kilómetros si se toma en cuenta todo el viaje a Cuba y el periplo por Asia.
La Presidente había instruido a su canciller, Héctor Timerman, para que acuda a Caracas en representación del país al acto masivo en apoyo de Chávez, al que asistieron otros mandatarios de la región, entre ellos el uruguayo, José Mujica y el boliviano, Evo Morales.
«Le damos nuestro respaldo total y absoluto al pueblo venezolano», dijo Timerman y agregó: «Vengo a expresarle todo nuestro cariño y apoyo, los argentinos conocemos nuestro pasado, defendemos nuestro presente y construimos un futuro mejor, vamos a seguir construyendo la unidad de América Latina y el Caribe, allí encontraremos nuestra verdadera independencia», le dijo el canciller al vicepresidente venezolano Nicolás Maduro.
Tras su paso por Cuba, Cristina Fernández emprenderá una gira por Emiratos Árabes, Indonesia y Vietnam, al frente de una delegación de 200 empresarios argentinos.
