El año 2018 concluye con un total de 808 bajas de comercios en la ciudad. Las bajas crecieron 56% y las altas cayeron un 28%.
Según publica ADNSur, esto representa el peor número de los últimos 3 años, reflejando el impacto de la crisis económica en este sector.
Y si bien en el mismo lapso se registra la apertura de 623 nuevos comercios, estos significan una merma de 241 aperturas de bocas en relación al año 2017.
El gremio de comercio ya había dado una estimación de alrededor de 400 puestos laborales perdidos en este sector, un número que puede trepar hasta casi 550 personas si se extrapolan los datos de rama de actividad de desempleo medidos a nivel nacional por el INDEC.
Aun cuando algunos indicadores de consumo en Comodoro Rivadavia pueden seguir arrojando datos estables, particularmente por lo observado en las compras de las fiestas de Navidad en materia de alimentos (sobre todo, carnes), el comercio en general afrontó un año de bastante dureza para el sector.
Aun cuando 2017 y 2016 habían sido períodos especialmente duros, porque a la situación económica nacional se había sumado el parate petrolero, el 2018 no resultó una excepción y el cierre de comercios superó las cifras de años anteriores.
Se observa al mismo tiempo un corrimiento en las modalidades, lo que puede ser un indicador de que uno de los factores que explica el cierre masivo, además de la baja en las ventas (detonada por la explosiva combinación entre inflación, devaluación y aumento de tarifas), tiene que ver con los costos de alquiler.
Muchos de los nuevos locales habilitados se vinculan con instalaciones propias, es decir apertura de locales comerciales en domicilios particulares:
“Está volviendo mucho el almacén o el comercio de barrio –explica Daniel Campillay, subsecretario de Fiscalización del Municipio-, con apertura de locales en el mismo espacio de la vivienda, atendido por los dueños de casa”. Según esa primera aproximación, la modalidad implica en esos casos dos reducciones de costos: el alquiler y el empleado.