Gary Pilnick, CEO de WK Kellogg, ha labrado su nombre con la propuesta de que las familias apretadas por el bolsillo consideren el cereal como cena para ahorrar dinero. La declaración, entregada con el aplomo de un monarca moderno en el canal financiero CNBC de Estados Unidos, no ha caído precisamente en gracia, asemejándose más a un eco distorsionado de la infame frase supuestamente atribuida a María Antonieta: “dejadles comer pastel”, tras saber que los campesinos no tenían pan, pero con un toque contemporáneo sería: “dejadles comer Frosted Flakes o Zucaritas”. Informó Infobae.
¿Podría Pilnick realmente estar despegado de la realidad a tal grado o simplemente es una estratagema de marketing extraviada? Al sugerir un cambio de la proteína por cereal en la cena, Pilnick no solo expresaba una opinión personal sino que, de hecho, destacaba una campaña publicitaria de su compañía que anima a darle “la noche libre al pollo”. Lo que en anuncios podría parecer una ingeniosa manera de diversificar la dieta familiar, en boca de Pilnick sonó como un consejo desinhibido para lidiar con la inflación.
Las redes sociales, ese juez implacable del siglo XXI, no tardaron en convertirse en un tribunal donde Pilnick fue declarado culpable de desconexión social. Usuarios de Reddit a X, pasando por Instagram y TikTok, han disparado salvas de incredulidad y sarcasmo, comparando la sugerencia del CEO con decisiones de monarcas desconectados de sus súbditos. Mientras Kellogg, ahora renombrada como Kellanova, subió los precios un 14% desde el segundo trimestre 2022 al segundo trimestre 2023, la astucia detrás del consejo de Pilnick parece esconder una verdad incómoda: la inflación en alimentos supera el ritmo general, con un aumento del 27% en el precio de cereales y productos de panadería desde el inicio de la pandemia.
Pero, ¿comen cereal para cena los Pilnick del mundo? Ahí yace la ironía. Mientras familias debaten entre Frosted Mini-Wheats o la marca de la tienda para estirar el presupuesto, los CEO de estos conglomerados disfrutan de cenas que probablemente jamás incluirían el cereal como plato principal. La sugerencia de Pilnick encuentra entonces un lugar especial en el panteón de los consejos desconectados de la realidad, junto a aquellos que recomiendan a los jóvenes “simplemente ahorrar más” para comprar una casa en el mercado actual.
A la luz de tales comentarios reportados por NBCNEWS, una cita de usuario en X resuena con particular acidez: “La inflación nos obliga a tomar decisiones como comer cereal para cenar. El CEO de Kellogg presume de ello mientras muestra el enorme aumento de los beneficios corporativos que ayudaron a crear el problema. A la mierda con esto”.
Esta saga de cereal, inflación y requisitos de cena ofrece un vistazo a la desconexión entre los estratos ejecutivos y las realidades cotidianas de su base de consumidores. En una era donde el costo de la lechuga escala a niveles que hacen que incluso celebridades como Cardi B se quejen, la sugerencia de Pilnick de que el cereal es la respuesta parece un consejo de otro mundo.
Así, mientras las familias navegan el tumultuoso mar de la inflación, buscando soluciones entre las olas crecientes de los precios, aparece el faro corporativo de Kellogg, guiándonos hacia el seguro puerto del ahorro con un tazón de cereal.
A pesar de la presencia de algunos nutrientes, Carol Dombrow, dietista diplomada y asesora en nutrición, expresa sus preocupaciones en Globalnews con un toque ligeramente agrio sobre los peligros de adoptar estos cereales ultraprocesados como opción para la cena. Especialmente aquellos cargados con componentes no tan deseados, como el azúcar y el sodio
Al fin y al cabo, ¿qué mal podría haber con transformar un cereal azucarado en el protagonista de nuestra mesa nocturna? Claro, el único pequeño inconveniente podría ser el suspenso de encarar muchas enfermedades como las cardiopatías, los accidentes cerebrovasculares, la diabetes y la obesidad, como posibles giros en el guión de nuestra vida. Pero, mientras tanto, ¡brindemos con un tazón de cereal! Porque, ¿quién necesita una dieta equilibrada cuando tienes la endulzada promesa de economía y conveniencia?