Durante el último tiempo, los talleres de cerámica se volvieron furor. El modelado de objetos cosechó más adeptos que se reunieron para aprender técnicas artesanales para salir de la rutina, hacer amistades, canalizar su expresión artística y, en muchos casos, alejarse de la vida digital.
Barbara Stassi está al frente del taller de cerámica 1000Grullas. Ella es comodorense, viajó a La Plata, y se formó en la UNLP en la Facultad de Bellas Artes, ahí se recibió de profesora y licenciada en artes plásticas con orientación en cerámica. Cuando finalizó sus estudios volvió a la ciudad petrolera.
Hoy tiene un taller que en marzo va cumplir 9 años. Comenzó formando su espacio en un galpón que tenía su mamá, y dando clases de mosaico “porque era lo que estaba de moda en ese momento y lo que la gente por ahí buscaba, Así que empecé con cerámica también, pero con muchas menos alumnas”.
En el taller de cerámica realizan técnicas de modelado directo, pellizco, devastado, moldería, “son los nombres clásicos de la cerámica tradicional” explicó Stassi. En ocasiones, organiza actividades que combinan la degustación y la cerámica.
Tras años de trabajo hoy cuenta con alrededor de 96 alumnas en cerámica, y una lista de espera de 120 “porque la cerámica este año es furor y todo el mundo quiere hacer esa actividad”.
Además mencionó que muchas de los interesados llegan por recomendación de sus psicólogos “un poco como terapia, algunos llegan porque los enviaron desde el psicólogo, algún tipo de terapeuta le recomendó hacer alguna actividad con las manos y llegan al taller en busca de sus clases de cerámica”.
Su estudio, además, funciona como un espacio de conexión con uno mismo y con los demás “Tengo grupos de 12 alumnas, la mayoría va hace muchos años al taller, así que se ha formado como grupos de amigos, amigas, que van a buscar un espacio para hacer catarsis, para compartir algo”.
Al interactuar en un espacio tan íntimo, algunos de los alumnos generan amistades “Además de la cerámica, compartimos algo y esto también se fue más allá del taller porque con algunos grupos salimos a comer (…) ahora el 17 nos vamos todas juntas con uno de los grupos a un té y eso está buenísimo porque se generó una amistad muy grande con algunos grupos y entre ellas también. Hay muchas chicas que no son de acá de Comodoro y pudieron lograr una amistad dentro de un espacio”.
El taller infantil está a cargo de Inés y allí asisten aproximadamente 20 niños, y la profe Vale da clases en el Taller de mosaico los sábados a la mañana. Bárbara alimenta su gusto por la enseñanza y actualmente trabaja en la Escuela de Arte.
Cerámica y vino
El evento que combina cerámica, y degustación tuvo mucho éxito, y muchas de las alumnas nuevas llegan por el boca en boca. Los eventos se organizaron en conjunto con el Almacén de Vinos “Hicimos dos eventos anteriores y nos fue súper bien y nos encantó ver a la gente que asistía como súper contenta y súper agradecida por el evento”.
“Se nos había ocurrido regalar para el día de la madre un voucher para que puedan hacer una actividad de cerámica y tomar unos vinos blancos y comer unos chocolates de Mamuschka, así que se realizó y también tuvo mucho éxito” explicó.
“La idea es seguir una vez al mes con este evento y realizarlo de la misma manera, quizás después probar con tragos. Al principio, por ejemplo, no era chocolate sino almendras, nueces, castañas de cajú y nos pareció que era como cambiar un poco la cuestión y hacerla con chocolates”, las propuestas se pueden encontrar en sus redes sociales 1000Grullas y como @1000grullascr en Instagram.