Caimi cayó preso con su actual mujer -que también es policía- y un agente que al igual que él se venia desempeñando en el centro de instrucción que la fuerza tiene en Puerto Madryn. En total serían siete los detenidos, con algunos civiles a los que vinculan a la banda.
Según trascendió, hay firmes sospechas entre los investigadores de que podrían ser los mismos que en un hecho reciente también intentaron robarse la plata del cajero de Playa Unión, al que por una torpeza terminaron incendiando, informó Radio 3.
El comisario Caimi fue hasta antes de que se hiciera cargo del centro de formación de personal policial en Madryn jefe de una de las Comisarías de esa ciudad, de la de Pirámides y en su momento «hombre de suma confianza» del comisario retirado Claudio Rojas, actual titular de la Policía Judicial.
A Caimi se lo recuerda aún como uno de los jefes de los policías de civil que investigaron el crimen del director periodístico Ricardo Gangeme, cuando estaba en la División Drogas Peligrosas de Trelew y como el que llevo adelante todas las detenciones en la “Megacausa”.
El y un amigo suyo, el comisario Marcelo Gauna, actual titular del área de Criminalística de la provincia realizaban todas las diligencias que en esos tiempos les ordenaba en ese proceso judicial el destituido procurador General Eduardo Samame.
Hoy Caimi –por esas cosas que a sus mismos camaradas les cuesta entender- “le toca estar del otro lado del mostrador”, investigado como el cabecilla de una banda de “poliladrones” que venia robando cajeros automáticos en la zona.
