Presentó el pedido de juicio político contra el ministro de Justicia: La líder de la Coalición Cívica y sus diez diputados firmaron el texto en el que acusan a Germán Garavano de afectar la independencia de poderes y buscar impunidad en causas como la del encubrimiento del atentado a la AMIA. El macrismo rechazó la jugada.
Tras haber renovado su embestida el fin de semana, Elisa Carrió presentó finalmente ayer por la tarde el pedido de juicio político contra el ministro de Justicia, Germán Garavano. La iniciativa no fue acompañada por ningún legislador de Cambiemos, más allá de los 10 que integran el bloque de Diputados de la Coalición Cívica. La socia fundadora de Cambiemos concretó así su jugada más dura contra el gobierno de Mauricio Macri, de quien dijo haber perdido la “confianza”. El ministro, por su parte, participó de la reunión de Gabinete nacional y se mostró “tranquilo” y trabajando. En los últimos días distintos referentes del PRO salieron a respaldarlo y ayer mismo calificaron el pedido de Carrió como “exagerado”. En este contexto, las chances de que prospere la movida en la Cámara Baja son prácticamente nulas.
“No ha hecho más que actuar en contra de los principios rectores (de Cambiemos), que son sin dudas los que deben guiar sus actos como titular de la cartera de Justicia, nada menos”, dice el texto del pedido de juicio político contra Garavano presentado ayer a las 17:25, y al que accedió PáginaI12. Lleva las firmas de Carrió, Paula Oliveto, Juan Manuel López, Marcela Campagnoli, Lucila Lehmann, Alicia Terada, Cecilia Vera González, Leonor Martínez Villada, Héctor “Toti” Flores y Javier Campos.
En el escrito sostienen que el ministro dejó de lado su “rol político y su responsabilidad como representante del Poder Ejecutivo en materia de justicia, para realizar manifestaciones absolutamente inoportunas e impropias a su función”. Se refieren a los dichos de hace unas semanas, cuando consultado en una radio por la situación procesal y el pedido de desafuero a la ex presidenta Cristina Fernández, el ministro dijo que “nunca es bueno para un país que un presidente esté detenido o se pida su detención”. Sin presentar más pruebas que los dichos y una serie de especulaciones, los firmantes consideran que Garavano “pudiera estar influyendo en la situación procesal” de CFK, o que “pudo formar parte de una negociación indebida en pos de la impunidad del ex presidente” Carlos Menem en el marco de la causa por contrabando de armas a Ecuador y Croacia. En esa causa, al día siguiente de los dichos de Garavano, el senador por La Rioja fue absuelto, lo que para la líder de la Coalición Cívica constituye una evidencia de su involucramiento.
En uno de los pasajes más fuertes, afirman que sólo contemplar esa posibilidad de interferencia en el Poder Judicial les resulta “revulsivo”.
“Hemos perdido toda la confianza en que el ministro cumpla con su deber de respeto a las instituciones republicanas que dice defender”, agregan.
Además de los dichos, afirman que Garavano “no tuvo pudor de intervenir” en la causa por el encubrimiento del atentado a la AMIA para beneficiar a los ex fiscales Eamon Mullen y José Barbaccia. Según relataron, el ministro lo hizo al designar a un abogado cercano al “empresario del juego y dirigente de club, Daniel Angelici”, como integrante de la unidad fiscal AMIA. Se trata de José Console, que luego debió ser apartado porque su intervención en el juicio era incompatible con su cargo de integrante del Consejo de la Magistratura porteño.
En los fundamentos del pedido no sólo apuntan contra Garavano e involucran a Angelici, sino que también mencionan a dos hombres. Uno es el camarista de la Casación, Carlos Mahiques, designado a dedo por el macrismo y firmante de la absolución de Carlos Menem en la causa por contrabando de armas a Ecuador y Croacia. El otro es su hijo, Juan Bautista Mahiques, subsecretario de Relaciones con el Poder Judicial del ministerio y, además, representante del Poder Ejecutivo en el Consejo de la Magistratura. Por último, le recrimina a Garavano haber nombrado en el ministerio a la ex procuradora bonaerense, María del Carmen Falbo, “luego de que la misma tuviera que retirarse de su cargo, ante la inminencia de su destitución por mal desempeño y comisión de delitos en el ejercicio de sus funciones, relacionados con el encubrimiento de crímenes vinculados al narcotráfico, entre otras graves acusaciones que pesan sobre ella”.
Más allá de que tiene pocas chances de prosperar formalmente, el pedido sigue generando tensión hacia adentro de la alianza de gobierno. El ministro de Producción y Trabajo, Dante Sica, salió al cruce de la diputada para respaldar a Garavano, al igual que el presidente Mauricio Macri. “La verdad no lo vi muerto, estaba en la reunión de Gabinete y con muy buena salud”, afirmó el funcionario durante una conferencia de prensa. Según trascendió, Macri volvió ayer a respaldarlo y le recomendó que se mantenga con bajo perfil en las próximas semanas.
En el entorno del ministro ratificaron que “si la Comisión le da seriedad a la presentación, no tiene ningún problema en ir y dar todas las explicaciones que sean necesarias”. Es proco probable que eso ocurra dado que el titular de la comisión de Juicio Político es Pedro Pettro, del PRO y que la Coalición Cívica solo tiene 2 integrantes sobre 30. “Garavano no puede seguir siendo ministro, no nos importa que el oficialismo no acompañe”, aseguró ayer Marcela Campagnoli, una de las dirigentes más cercanas a la chaqueña y hermana del fiscal José María Campagnoli.
Por esta nueva pelea, Carrió y Macri dejaron de tener diálogo y la relación está más distante que nunca. Si bien la chaqueña insiste en que no va a “romper Cambiemos”, el deterioro al interior de la alianza oficialista es cada vez más notorio.