El “acto de indisciplina” que los dejó afuera con Newell’s y los antecedentes, condenan a los colombianos. ¿Y Zambrano?
«¿Cuántas veces más podés mirar para otro lado? Ya está. Esto es lo que faltaba». La frase toma fuerza después de lo que pasó con Cardona y Villa previo a Newell’s, pero también se potencia por los antecedentes recientes de los colombianos. Por eso, ahora sí, sus ciclos parecen estar cumplidos. Lo de Edwin es más sencillo que lo del delantero, porque su opción de compra ya venció este martes y, por eso, su final está a la vista. Pero vale para los dos. Y hasta incluso para Zambrano, el otro involucrado en el «acto de indisciplina» que los sacó del equipo.
La cuestión es que si Cardona tenía alguna chance de seguir, pues este último acontecimiento terminó de condenarlo. Porque si bien es cierto que Boca no iba a hacer uso de la opción de compra de cinco millones de dólares netos que estableció Xolos, sí podía negociar ese pase sumando algún otro jugador en la negociación (¿Lisandro López? ¿Walter Bou? ¿Wanchope Ábila’) o bien buscando un nuevo préstamo. En todos los casos, debería contar con la aceptación del club mexicano. Pero ahora…
El problema con Cardona es que todas sus «inconductas» las combate con su talento. Cuando entra, hace diferencia. Tanta, que Boca lo «perdonó» y lo siguió usando todo este tiempo a pesar de que la relación con el Consejo se rompió con su actitud post Copa América. Esa vez el club lo dejó ir con una citación fuera de término y el colombiano, cuando el Xeneize lo necesitaba para jugar los octavos contra Mineiro, prefirió irse con su familia a Colombia y romper en ese momento la burbuja sanitaria.
A eso, hay que sumarle sus lesiones, que también lo sacaron de varios partidos. Pero en definitiva, cuando juega, Boca es otro equipo. Y esto se vio contra Sarmiento, en el 2 a 0, y también en los 26 minutos que entró contra Newell’s: en ese rato le cambió la cara al local y hasta terminó siendo uno de los mejores. Pero claro, este nuevo incidente ahora sí marcaría el adiós definitivo. «Juega bárbaro, pero todo lo demás es insostenible. Te rompe el grupo», dicen en el club.
Villa, por una venta
Lo de Villa asoma más complejo. Porque para que se vaya, Boca debe venderlo. Y el Consejo, a través de Riquelme, le puso precio: acepta transferirlo por 12 millones de euros. Claro, el tema es que esa propuesta aparezca. Sobre todo, porque si bien el colombiano volvió en buen nivel, no es el que era antes de todas estas idas y vueltas que tuvo con el club. Y estos hechos extrafutbolísticos también atentan contra su cotización.
El final del partido, con Villa y Cardona en cancha, y caras que lo dicen todo. (Maxi Failla)
Pues bien, habrá que ver si ahora, con este nuevo episodio de una actitud poco profesional, Boca no acepta venderlo por menos con tal de que de una vez por todas el delantero emigre, algo que el propio jugador también pidió cuando fue indultado por el Consejo y ofreció disculpas públicas por irse a Colombia sin permiso y negarse a jugar. Una situación que lo tuvo tres meses out de las canchas. Como si fuera poco, si el Xeneize se clasifica a la próxima Copa, deberá cumplir seis fechas de suspensión por el episodio en el Mineirao. Por lo cual, todo podría empujar a una salida a fin de año.
¿Y Zambrano?
El peruano, que fue presentado por el Patrón Bermúdez con una frase poco feliz buscando elogiar su jerarquía («Necesitábamos defensores de verdad y de categoría, y él la tiene»), nunca dio la talla ni respondió a semejante definición. De hecho, nunca pudo quedarse con la titularidad y hasta Boca debió salir a buscar a otro marcador central de categoría, como Marcos Rojo.
Zambrano se calentó y lo encaró a Pavón,Play VideoCruce picante entre Pavón y Zambrano
Esta situación futbolística del peruano, sumado a este acto de indisciplina previo a Newell’s, que se agrega a otras actitudes del defensor que no gustaron en el Consejo de Fútbol (por ejemplo, el episodio con Pavón en la derrota con Independiente), hacen que también esté en la vidriera para salir del club. «Si viene una oferta, se va», le dijeron a Olé desde el predio de Ezeiza.
De este modo, Cardona con más facilidad porque su contrato termina el 31 de diciembre, y Zambrano y Villa con otra complejidad (el defensor tiene contrato hasta fines del 2022 y el delantero, hasta fines del 2024), parecen vivir en tiempo descuento. El fin de ciclo de los tres ya asoma a la vista…