
Después de varios días de volatilidad que empujaron al dólar blue y los financieros por encima de los $1300, Luis Caputo buscó llevar una señal para tranquilizar a los mercados y confirmó que el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) será de US$20.000 millones. Sin embargo, al anuncio le faltaron precisiones y todavía sigue la incertidumbre sobre varias cuestiones, como el uso que se le dará al préstamo, cómo se entregarán los desembolsos y los cambios que podrían implementarse en el esquema cambiario.
El titular de Economía dijo que dialogó con la directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva, antes de revelar el monto, que igualmente deberá ser aprobado por el directorio ejecutivo del organismo. Además, aseguró que busca destrabar “un paquete adicional de libre disponibilidad” con el BID, la CAF y el Banco Mundial que rondaría los US$4000 millones, que servirían para fortalecer las reservas brutas del Banco Central, que este jueves cerraron en US$26.222 millones.
Luego del anuncio resonaron varias inquietudes, como el uso que se hará de ese monto. En el Ministerio de Economía sostienen por estas horas que los US$20.000 millones serán de libre disponibilidad, pese a que el DNU que autorizó el nuevo programa especifica que el crédito tendrá como finalidad “exclusiva” cancelar las Letras Intransferibles del Banco Central y cubrir los compromisos del programa firmado en 2022 con el propio FMI.
Otro de los puntos que también generó tensión tienen que ver con el calendario de desembolsos. Es decir, si el monto acordado se enviará en su totalidad y cuándo. Los inversores siguen de cerca este aspecto porque, según estimaciones privadas, hasta abril de 2029 hay vencimientos para despejar por aproximadamente US$14.000 millones.

En este sentido, la vocera del FMI, Julie Kozack, indicó que esos giros se realizarán en “fases”, por lo que también aparecieron dudas sobre la posibilidad de contar con un refuerzo inmediato para recapitalizar el Banco Central, tal como dijo el ministro al afirmar que con el financiamiento acordado, las reservas brutas alcanzarán un monto cercano a los US$50.000 millones.
“Como en todos nuestros programas, los desembolsos se realizarán en tramos a lo largo de la vigencia del programa. La distribución exacta por fases y el tamaño de cada tramo también forman parte, por supuesto, de las conversaciones que se están llevando a cabo. Lo único que quiero decir ahora es que el debate gira en torno a un programa de financiamiento considerable”, afirmó Kozack.
Por otro lado, la vocera del Fondo evitó validar la cifra final, aunque sí habló de un “monto considerable” y aclaró que los datos finales se informarán cuando se cierre el visto bueno del board del organismo. “Nuestro directorio ejecutivo determinará en última instancia el monto o el tamaño del programa. Lo que puedo decir hoy es que las conversaciones se centran en un programa de financiamiento considerable”, expresó.
Preocupación por el esquema para el dólar
Pero después del anuncio de Caputo sobre el monto del nuevo entendimiento de Facilidades Extendidas la tensión entre los referentes del mercado se trasladó a los detalles pendientes sobre si se aplicará una modificación sobre el esquema cambiario, principalmente por el drenaje de reservas, ya que el Banco Central hilvanó nueve jornadas consecutivas de venta y solo en marzo sumó un saldo negativo de US$821 millones.
“Faltan detalles específicos, pero creemos que es probable que una parte de los US$20.000 se desembolse de manera escalonada para alinearse con los vencimientos hasta febrero de 2029. Estos futuros desembolsos estarán sujetos a revisiones trimestrales. Además, no se brindaron detalles sobre el régimen cambiario que se definirá en el nuevo programa”, consideraron en Adcap.

En la misma línea, en Max Capital evaluaron: “El anuncio de Caputo respecto a un programa de US$20.000 millones del FMI intenta anclar expectativas cambiarias. El ministro mencionó que las reservas crecerían a US$50.000 millones, sugiriendo un alto nivel de desembolsos iniciales, y aduciendo que eso serviría de respaldo al peso. Sin embargo, no dio detalles respecto al mecanismo de intervención o la meta de reservas netas, dos variables que determinaran el grado de libertad del Gobierno para intervenir en caso de que la presión cambiaria sea alta”.
En este sentido, la expectativa sobre la posibilidad de avanzar en una nueva hoja de ruta para el dólar sigue latente y la vocera del FMI dejó, aunque sutil, una pista para lo que viene. “Lo que puedo decir es que, para mantener los avances logrados hasta ahora por las autoridades, existe un reconocimiento común sobre la necesidad de seguir adoptando un conjunto coherente de políticas fiscales, monetarias y cambiarias”, expuso Kozack.