A Camilo y Teo los une una desgracia que pudo haber sido mayúscula pero no pasó a mayores gracias al accionar del primero de ellos.
El 13 de Diciembre, día feriado pero con gran afluencia en el centro, un camión repartidor de bebidas se quedó sin frenos y bajó desde la parte alta de la calle San Martín a gran velocidad.
El vehículo de gran porte impactó a al menos nueve autos estacionados y a la espera de que el semáforo pase a verde, dejando daños materiales graves y heridos.
Una de las víctimas era Teo, que falleció producto de los golpes. Camilo, policía de la Seccional Primera, realizaba un patrullaje de rutina cuando presenció el hecho y se dirigió a ayudar a los heridos. Al primero que auxilió fue al que más lo necesitaba, ya que sacó a Teo de su auto ya sin signos vitales.
Lo acostó en el suelo y comenzó a practicarle maniobras de RCP por varios minutos, hasta que en un momento dado Teo tosió y Camilo supo que había logrado devolverle la vida.
Desde aquel fatídico episodio quedaron en contacto y en los últimos días se reencontraron para darse el abrazo que se debían.
Emocionado, Camilo contó parte del momento. «Es una fecha que va a quedar grabada siempre en mi corazón. Muchas gracias a cada una de las personas que me felicitaron, yo solo cumplí mi deber», expresó en sus redes tras que el episodio se hiciera público, ya que no lo había comentado con nadie y fueron los medios los que descubrieron lo que había ocurrido.
«Por suerte nos pudimos reencontrar con Teo, hablar de lo que pasó y brindarnos un fuerte abrazo, que al fin y al cabo, su agradecimiento hacia mí me llena el alma».
