Al mediodía se hace una reunión de Labor Parlamentaria para ver si logran que se cuenten las fechas como quieren. Si funciona, a las seis de la tarde podrían tratar el tema en el recinto, aunque las cuentas no les cierren.
La embestida no cesa. Cambiemos vuelve a la carga hoy en el Senado por el desafuero de Cristina Fernández de Kirchner. La alianza oficialista convocó para el mediodía a una reunión de labor parlamentaria -con los jefes de todos los bloques políticos- para “analizar” si ya se cumplió el plazo de 180 días para tratar el desafuero de la ex presidenta solicitado por el juez federal Claudio Bonadio en la causa del memorandum con Irán.
Por si logra una opinión favorable a la interpretación jurídica de que los días a contabilizarse deben ser corridos y no hábiles, el oficialismo también pidió una sesión especial para las 18 horas en la que trataría el desafuero, cuya aprobación necesita contar con dos tercios de los votos de los senadores presentes. Desde el kirchnerismo calificaron la convocatoria como “una venganza para intentar silenciar a Cristina en el Senado” y “tapar la crisis económica que generó el Gobierno”. La bancada del peronismo federal que conduce Miguel Pichetto, también ratificó que no acompañará ningún desafuero “si no existe una condena firme”.
Entusiasmados por la resolución de la Cámara Federal en la que afirma que el fallecido ex fiscal de la causa AMIA, Alberto Nisman, fue “asesinado” y lo vincula con al denuncia que realizó contra la ex presidenta, Cambiemos retomó la embestida en el Senado. Lo hacen sin la certeza de poder volcar a su favor la interpretación jurídica de que el conteo de los 180 días para tratar el tema que establece la ley de fueros deben ser corridos y no hábiles, y mucho menos aun de contar con los dos tercios necesarios para aprobarlo, la embestida de Cambiemos contra CFK busca un rédito político. El Gobierno quiere mostrar que recuperó la iniciativa en el Congreso tras la derrota parlamentaria por los tarifazos y tener que cargar con la mochila del costo político por el veto presidencial.
Por eso la convocatoria oficialista fue en dos planos. Primero para dirimir en una reunión de Labor Parlamentaria, con los jefes de todas las bancadas, los plazos del pedido elevado por Bonadio a la Cámara alta el 7 de diciembre de 2017 y que tomó estado parlamentario el 16 en la última sesión de ese año del Senado.
Luego la convocatoria a la sesión especial para el mismo día, para la que deberá contar con el quórum necesario, donde la actitud que asuma el bloque Argentina Federal de Pichetto es decisivo. A pesar que ratificó que no apoyará el desafuero -como lo hizo en otras oportunidades- “sin que exista una condena firme” de la Justicia.
En tanto, el kirchnerismo analizaba anoche la posibilidad de no concurrir a la reunión de labor parlamentaria. No quieren convalidar lo que consideran “un hecho político y no jurídico”. “Está claro que se trata de una venganza política con la intención de silenciar a Cristina en el Senado” y “tapar la crisis económica que generó el Gobierno”, sostuvieron desde la bancada de senadores del FpV-PJ a PáginaI12.
Al mismo tiempo que sostienen que la decisión judicial de liberar a los detenidos en la causa por el memorando de entendimiento con Irán –como Carlos Zannini y Luis D’Elía, entre otros– “derivó en abstracto” el pedido de desafuero de CFK.
La disputa y sus repercusiones será el principal atractivo que Cambiemos quiere imponer hoy en el Senado.