Con una caída del 10% de los ingresos reales de los hogares la pobreza aumenta 6 puntos. Son 2,8 millones de pobres más, informa Clarín.
Así, este año la pobreza finalizaría con el 50% o más de la población urbana y para el primer trimestre de 2024 podría rondar entre el 55 y 60%.
Estos datos surgen de la elasticidad ingresos/pobreza en base a las últimas mediciones del INDEC. Es sabido que la evolución de la tasa de pobreza por ingresos está relacionada con dos factores: el nivel real de ingresos de los hogares y su distribución.
Así la pobreza se reduce o aumenta si mejora o retrocede el ingreso real de las personas y familias, computando todos los ingresos tanto laborales como los no laborales. De igual manera, la pobreza empeora o se achica si se incrementa o reduce la distribución del ingreso.
Además, la evolución de la pobreza ante las variaciones en el poder de compra de los hogares es relativamente constante, mientras ante los cambios en la distribución del ingreso es oscilante.
Gabriel Calvi, especialista y docente de la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA, le dijo a Clarín que “ la «elasticidad-ingreso de la pobreza» es la sensibilidad de la incidencia (porcentaje de pobres) ante cambios marginales (del 1%) en el poder de compra de los ingresos. Si caen los ingresos, la pobreza aumenta”. Y agrega: “En la actualidad esa elasticidad es elevada, de -0,6 puntos porcentuales. Es decir, si los ingresos reales cayeran un 10%, el porcentaje de pobres aumentaría 6 puntos”
La medición por ingresos mide la capacidad de compra de un conjunto de bienes y servicios básicos, pero no el consumo efectivo de la población que está en franco retroceso. El ingreso real computa todos los ingresos nominales ( laborales y no laborales) descontando el incremento de los precios de la canasta básica, en especial de los alimentos.
La línea de pobreza familiar de noviembre fue de $ 390.456 ( matrimonio y 2 hijos) con un aumento acumulado en los últimos 2 meses del 22,3%. Sumando otro 20% en diciembre, en el IV Trimestre del año la línea de pobreza superaría el 50%. Serían 23 millones de pobres, proyectado a todo el país.
En el tercer trimestre de este año la pobreza rondó el 44/ 45%. Con la disparada inflacionaria de octubre, noviembre y diciembre (en torno del 45%) y descontando los aumentos paritarios más los refuerzos vigentes hasta fin de año ( bonos, reintegro del IVA, AUH ), y por el aumento de la desigualdad social, se estima un salto de la pobreza del 45 al 51%, de mínima, para el IV Trimestre de este año.
Este salto se explicaría además porque los productos que más inciden en la canasta básica de alimentos son, entre otros, la carne, frutas, verduras, pan y derivados de la harina y lácteos que registran aumentos de precios superiores a la inflación promedio.
Calvi explica que la pobreza se estima a partir de de una encuesta semestral «de modo que lo que ocurra en diciembre explicará sólo una sexta de lo que se calcule para la segunda mitad de 2023». Pero tendrá una incidencia plena en los cálculos de la primera mitad de 2024.
De todos modos, en general la medición de pobreza del cuarto trimestre suele ser superior a la del tercero porque, del lado de los ingresos, en el período octubre-diciembre no se computa el cobro del medio aguinaldo. Entonces, con menores ingresos nominales de una porción de la población y mayor carestía, los indicadores sociales deberían empeorar.
Para los primeros meses de 2024, la línea de pobreza pegaría otro salto por los aumentos previstos en los servicios públicos ( transporte público, luz, gas) y la caída en términos reales de las ayudas del Estado, como en el caso de Potenciar Trabajo y otros programas sociales. Además, el Gobierno busca derogar la movilidad previsional y disponer aumentos por decreto, por debajo de la inflación.
El INDEC dará a conocer los datos del segundo semestre 2023 recién el 27 de marzo/2024.