La maquinaria petrolera ya va camino al piso. Interrumpida la demanda de naftas casi en su totalidad, y con una capacidad de almacenamiento prácticamente a tope, las compañías del segmento comenzaron a implementar medidas drásticas para achicar el rojo provocado por la cuarentena.
Las empresas que juegan fuerte en la extracción apuntan a aminorar el exceso de producción en un contexto de demanda inexistente. En ese sentido, la estatal YPF viene marcando los tiempos con la reducción de su actividad en Loma Campana, su carta fuerte en Vaca Muerta.
La firma redujo 50 por ciento su ritmo de explotación, que bajó a 21.000 barriles diarios, según indicaron fuentes del sector. Vista Oil es otra de las empresas que detuvo movimientos: en su caso, en Bajada del Palo Oeste, área de operaciones siempre en el reservorio de no convencionales.
Shell, en tanto, ya tiene a tope la capacidad de evacuación del oleoducto Oldelval, por lo que sólo se limita a extraer una cantidad de producto con vistas a la eventual exportación. Esta empresa mantiene a nivel global la estrategia de desacelerar la refinación como forma de compensar las pérdidas por la menor demanda de crudo.
Por su parte, el viernes 3 de abril, la petrolera Roch frenó las actividades de extracción y producción de hidrocarburos que lleva a cabo en la provincia de Tierra del Fuego.
A la par de estas maniobras, en la última semana YPF también avanzó con otra medida de envergadura: paralizó su refinería en Plaza Huincul, provincia de Neuquén. Dichas instalaciones abastecen a estaciones de servicio en Río Negro, Neuquén, La Pampa, Chubut y también parte de la provincia de Buenos Aires.
En el ámbito del expendio dan por descontado que la cuarentena extendida también motivará el freno de plantas similares pertenecientes a otras compañías.
“Sabíamos que esto iba a pasar. Las ventas se cayeron de una forma que tienen que parar refinerías porque están llenos los tanques. Es de esperar que, al igual que YPF, todas las empresas hagan lo mismo porque están en igual situación”, dijo Gabriel Bornoroni, presidente de CECHA, la confederación que integra a los comercializadores de combustibles.
“El nivel de actividad sigue en la caída del 90 por ciento. No hay mayor consumo. Necesitamos que nos consideren igual que al resto de las pymes. Porque estamos trabajando como si fuera el 100 por ciento de las ventas, pero estamos en un 10 por ciento. Pedimos un gesto del Gobierno que nos incluya dentro de todos los beneficios fiscales que les van a dar a las pymes porque somos eso”, añadió.
“Sabemos que las refinerías están colmadas, claro que sí”, sostuvo Guillermo Pereyra, secretario general del sindicato de Petroleros Privados de Río Negro, La Pampa y Neuquén. El dirigente reiteró que los efectos de la pandemia en la demanda internacional de crudo y la comercialización de naftas dentro de la Argentina “mantiene en situación de riesgo laboral a más de 20.000 operarios”.
“Las compañías con refinerías y estaciones de servicio dejaron de comprarles crudo al resto de las petroleras que hacen extracción pero no tienen una estructura integrada. Pluspetrol y Chevron bajaron el ritmo hasta quedarse produciendo a la mínima potencia. Confiamos en que esto se revertirá pronto. Tenemos 20.000 compañeros sólo en nuestro gremio que están esperando la normalización”, enfatizó.
Vender afuera como alternativa
Como forma de atenuar de alguna forma la nula comercialización fronteras hacia adentro, las petroleras vienen intensificando sus pedidos para que se les permita incrementar las exportaciones de crudo, sobre todo a la región.
En ese sentido, fuentes de la Secretaría de Energía aseguraron que las compañías sólo en lo que va del mes de abril triplicaron sus solicitudes ante la dependencia de Gobierno.
“La cantidad de recursos presentados creció considerablemente porque las empresas entienden que vender afuera es una alternativa a la comercialización casi nula dentro del país. La Secretaría, a tono con esto que ocurre, está tratando de colaborar agilizando los trámites”, comentaron las voces consultadas.
“Las empresas prefieren vender el crudo afuera aunque se lo pague menos que en Argentina -alrededor de 20 dólares el barril, descontando retenciones y otros impuestos, versus los más de 40 a nivel interno- que quedarse en esta situación de parálisis. Veníamos de ocho pedidos de permisos de exportación a casi 25 solicitudes”, añadieron.
Desde la dependencia oficial aseguraron que “todas las empresas que extraen petróleo” han solicitado permiso para exportar en las últimas semanas. “La prioridad, claramente, es evacuar la producción de crudo de alguna manera. Prefieren colocarlo en el exterior aunque no convenga tanto en términos de precio del barril antes que parar por completo los yacimientos”, se indicó.
Fuente: iProfesional