Comercio busca sumar insumos difundidos al acuerdo de precios. En el Palacio de Hacienda prevén que en noviembre el IPC comience con el número 5.
Noviembre podría ser el mes que otorgue un alivio al Gobierno en su frente más complejo. En el Ministerio de Economía estiman que la inflación que dará a conocer el INDEC en diciembre estará por debajo de la barrera simbólica del 6%. Esto se dará luego de haber puesto en marcha el programa Precios Justos que busca moldear las expectativas en torno al 4% mensual. Luego de sellar el acuerdo con las principales firmas de consumo masivo, la Secretaría de Comercio va por los insumos difundidos. Fuentes oficiales le confirmaron a Ámbito que en los próximos días podría oficializarse la adhesión de los combustibles al plan oficial.
La decisión de avanzar sobre los insumos la hizo pública Sergio Massa semanas atrás en ocasión del lanzamiento de Precios Justos. En ese caso, apuntó a una serie de productos que forman parte de la cadena de valor de los alimentos, como plástico, cartón, vidrio o papel, cuya fabricación está concentrada en alrededor de una decena de firmas. Son costos claves para el sector, fundamentalmente vinculados a los envases.
Pero inmediatamente surge la pregunta de qué pasará con otros precios de la economía con aún más injerencia en la formación de la estructura de costos, como los combustibles. Desde la Secretaría de Comercio, que conduce Matías Tombolini, confirmaron a Ámbito que se trabaja en un entendimiento con las petroleras que podría formalizarse en los próximos días. Sería justamente un sendero similar a lo que se viene trabajando con la industria de la alimentación.
La revisión de otros eslabones de la cadena de valor fue uno de los pedidos concretos por parte de las empresas. La semana pasada, la Coordinadora de las Industrias de Productos Alimenticios envió una nota al despacho de Tombolini poniendo una serie de condiciones para la adhesión y permanencia en Precios Justos. “No debe producirse una variación significativa de los costos más relevantes de la empresa, como es el caso de sus materias primas”, remarca uno de los puntos salientes del texto firmado por Daniel Funes de Rioja.
Otro reclamo del sector que el Gobierno atendió en los últimos días fue la formalización de la prioridad a la hora de importar insumos para las firmas que acuerden. El comité del Sistema de Importaciones de la República Argentina (SIRA) firmó una resolución que garantiza el «acceso inmediato» al Mercado Único Libre de Cambios para las empresas que adhieran a Precios Justos.
A fuerza de “palo y zanahoria”, la puesta en marcha del acuerdo del programa oficial sigue su curso. “Seguimos formalizando acuerdos. Seguramente esta semana avancemos con el trabajo más territorial, como la difusión del uso de la aplicación, la colaboración con asociaciones de defensa de consumidores y la firma de los acuerdos con los municipios que se van a sumar a las verificaciones”, contaron las fuentes consultadas.
Desaceleración de noviembre
Como contó este medio días atrás, los primeros relevamientos dan cuenta de una desaceleración en los rubros abarcados por Precios Justos. Monitoreos de frecuencia semanal como el de Centro de Estudios Scalabrini Ortiz y el de la consultora LCG así lo reflejaron en la tercera semana de noviembre. Esta última incluso arrojó que se trató de la variación semanal más baja de alimentos y bebidas en los últimos cinco meses.
Los informes que llegan al Ministerio de Economía, van en esa línea. En el despacho de Sergio Massa dan por descontado que el dato de noviembre, que dará a conocer el INDEC en diciembre, perforará el piso simbólico del 6% mensual. Los más optimistas señalan que podría ubicarse en torno al 5,5% y alinearse con el objetivo planteado por el Gobierno de reducir la inflación un 1% de forma bimestral.
Según la proyección volcada en el presupuesto, la inflación del año que viene estará en torno al 60%. Por eso el ministro insiste en su intención de alinear las expectativas en torno al 4% mensual. En cualquier caso, por fuera de los acuerdos trazados, las miradas del mercado estarán puestas en la capacidad que tenga el Gobierno para administrar tres variables: el déficit, su financiamiento y la acumulación de reservas.