El acusado de asesinar a golpes a una joven de 23 años en La Plata tenía antecedentes penales y había estado preso casi seis años por otro robo.
Marcelo Alejandro Saleh, el remisero de 55 años detenido por el brutal crimen de una joven de 23 durante un intento de robo en su casa del barrio Altos de San Lorenzo en La Plata, había empezado su carrera delictiva en 1986 y estuvo preso casi seis años por “tentativa de robo calificado con uso de arma de guerra”.
El acusado de asesinar a golpes con una barreta a Ayelén Arredondo, de 23 años, fue engrosando su prontuario con distintas causas por robo en el conurbano bonaerense y hasta en la ciudad balnearia de Mar del Plata.
Saleh cumplió una condena por uno de esos hechos que lo mantuvo encerrado casi seis años hasta que en junio de 2018 abandonó la Unidad 9 de La Plata, publicó Clarín. Antes de eso, en 2012, una patrulla de la comisaría 1era. de Ensenada lo había encontrado “en flagrancia”, cuando intentaba entrar a robar a un departamento y peleaba en el balcón con su dueño. Por ese hecho, estuvo unos meses en libertad condicional.
“De la remisería de Ensenada lo habían echado por chorro. Siempre andaba en cosas turbias. Pero le quedaron algunos contactos y seguía trabajando en forma ilegal”, dijo al diario una fuente cercana a la causa que investiga el fiscal Juan Menucci.
En estos últimos tres años que pasó en libertad, lo ajeno siguió siendo una gran debilidad para Saleh. Pero también se dedicó a buscar a través de las redes sociales una compañía femenina. “Busco una princesa, que me permita besarle el sapo…para poder convertirme en su príncipe”, fue la “romántica” propuesta que publicó en el grupo de Facebook “Solas y solos encuentros en Buenos Aires” el 1 de abril a la madrugada. Unos días después, la tentación de la plata fácil volvió a dejarlo preso.
Fue este fin de semana, cuando convocaron al acusado para llevar a dos pasajeros hasta la unidad penal 42 de Florencio Varela con “cuatro horas de espera” como parte del acuerdo y, cuando los clientes descendieron del vehículo, Saleh advirtió que se habían olvidado las llaves de su casa en el asiento trasero.
El chofer vio la oportunidad de volver a la casa de sus pasajeros creyendo que no habría nadie y desvalijarla, antes de regresar a buscarlos al mediodía. Pero se equivocó. En el domicilio se encontraba Ayelén, y la asesinó a golpes para evitar que lo reconociera.
Pese al inesperado obstáculo con el que se había topado, Saleh no desistió rápido de sus intenciones. Se tomó el tiempo de recorrer cada habitación de la vivienda y cuando logró reunir unos 8 mil pesos, después de unos 15 minutos, salió de la propiedad por la entrada principal y empezó a caminar para llegar hasta su auto, que había dejado estacionado a cinco cuadras.
Entonces entró en escena un segundo inconveniente que el remisero no había previsto. Un comerciante lo vio cuando abandonó “encapuchado” y “con actitud extraña” la casa de la víctima y, como la puerta había quedado entreabierta, el hombre solo tuvo que asomarse para descubrir la escena del crimen.
Mientras otro vecino pedía una ambulancia, el testigo corrió al sospechoso y lo alcanzó a unas tres cuadras. Saleh, con la ropa ensangrentada, intentó convencerlo de que había sido él mismo víctima de un robo, pero el comerciante lo retuvo y llamó al 911.
Saleh quedó detenido acusado de “homicidio criminis causa”. Es decir, que mató para ocultar otro delito y el Código Penal contempla prisión perpetua si es considerado culpable.
Fuente: TN