La selección europea no pudo con los iraníes que aprovecharon la expulsión del arquero rival para ponerse en ventaja recién a pocos minutos de finalizar el encuentro.
La inesperada derrota del equipo que lidera Gareth Bale los dejó tambaleando y no dependen de sí mismos si quieren seguir con vida en el Mundial.
Con la correcta expulsión del arquero Wayne Hennessey tras una dura patada, el equipo asiático aprovechó que tenía un hombre de más y fue gracias a Roozbeh Cheshmi y Ramin Rezaeian, que en tiempo adicional, a los 45+8 y 45+11 minutos respectivamente, cerraron la historia del viernes y sumaron sus primeras tres unidades.
Con la caída, los de Bale tendrán que ganarle si o sí a los conducidos por Gareth Southgate, una tarea hasta ahora más que difícil. Y en caso de quedarse con los tres puntos, dependerá que los norteamericanos pierdan hoy con los ingleses y sufran un traspié con los de Asia.
La última jornada será entre Gales e Inglaterra el martes a las cuatro de la tarde, mientras que Irán tendrá una complicada pasada frente a Estados Unidos a la misma hora.
