Pese a las salvajes agresiones de los hinchas brasileños y policías a los argentinos en Río de Janeiro, la CONMEBOL no analiza sanciones para el equipo que jugará la final en su estadio.
Este jueves los torcedores del Fluminense organizaron, en complicidad con la Policía, una cacería de hinchas de Boca por todo Río.
Ante este escenario, medios nacionales informaban sobre la convocatoria a una reunión de urgencia para resolver el tema seguridad en las horas previas a la final, e incluso el periodista Martín Souto aseguraba que podría llegar a jugarse a puertas cerradas.
La CONMEBOL tomaría esta decisión pese a que todas las entradas están agotadas para ambos equipos e hinchas neutrales, y pese a que la parcialidad Xeneize no tuvo responsabilidad alguna en las agresiones.