«Vos tenés una cara de homosexual terrible y no por eso te acuso de ser homosexual», le dijo Bolsonaro a un periodista que le preguntó por la causa de corrupción que involucra a su hijo Flavio. La causa conecta al clan Bolsonaro con milicias paramilitares de Río de Janeiro.
El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, le respondió con un insulto homofóbico a un periodista que le preguntó sobre el caso de corrupción que involucra a su hijo Flavio. «Vos tenés una cara de homosexual terrible y no por eso te acuso de ser homosexual», le dijo Bolsonaro, según repasa Página12. El periodista le había preguntado si su hijo no había cometido un “desliz”. Flavio Bolsonaro está siendo investigado por lavado de dinero público cuando era diputado regional en Río de Janeiro. La causa además involucra al clan Bolsonaro con las milicias paramilitares de esa ciudad. Para el presidente de Brasil se trata de una operación del actual gobernador de Río y su ex aliado, Wilson Witzel.
«La Fiscalía realiza un trabajo de puercos,» dijo Bolsonaro a la salida de su residencia oficial en Brasilia ante periodistas y simpatizantes. Levantando el tono de la voz, explicó que las investigaciones empezaron el año pasado y no encontraron nada. «Si (Flavio) cometió un desliz, que responda él”, prosiguió. Ya visiblemente enojado increpó a uno de los periodistas: «Vos tenés una cara de homosexual terrible y no por eso te acusan de homosexual. Si bien ser homosexual no es crimen», dijo el presidente de Brasil, rodeado de simpatizantes que festejaron sus declaraciones.
La fiscalía de Río de Janeiro acusa al senador Flavio Bolsonaro de comandar una organización ilícita. En ella habría lavado unos 520.000 dólares para la compra de inmuebles y la apertura de una tienda de chocolates de la firma de alta gama Kopenhaguen. El caso salió a la luz pública a fines de 2018, después de que el organismo de control de movimientos financieros (COAF) descubriera giros atípicos entre 2016 y 2017 en una cuenta de Fabrício Queiroz, exchofer y asesor de Flávio Bolsonaro. Están involucrados 13 personas, empleados reales o fantasmas de Flavio. El mecanismo consistía en que estas personas devolvían su sueldo a otras ligadas a Flavio y la familia de la segunda esposa de su padre. El miércoles fueron allanados varios inmuebles pertenecientes a Flavio y a sus ex asesores de la Asamblea Legislativa de Rio. Queiroz, que actualmente se desempeña como policía, también está siendo investigado por el caso. El presidente admitió que es su amigo desde 1985. En 2018 Queiroz emitió un cheque que fue cobrado por la hoy primera dama, Michelle Bolsonaro.
El presidente se refirió al hecho de que un policía, empleado legislativo de Flavio, hizo compras por 5.000 dólares en la chocolatería de su hijo, ubicada en el Shopping Barra, en el barrio de Barra de Tijuca, Río de Janeiro. La fiscalía también detectó que Flavio, pese a tener el 50 por ciento de la chocolatería, obtuvo casi el 80 por ciento de las ganancias. «Lo acusan de ganar más en la casa de chocolate. Pero él es el que lleva clientes, atrae gente importante y por eso gana más. Es como preguntarle a Neymar por qué él gana más que otros jugadores. Porque él es el más importante. Esto no es comunismo», afirmó el ex capitán del Ejército. Bolsonaro sostuvo que la investigación forma parte de un complot político del gobernador de Río de Janeiro y su ex aliado, Wilson Witzel. Lo acusó de comandar una estrategia para ganar la presidencia en las elecciones de 2022.
Flavio Bolsonaro pidió al Supremo Tribunal Federal con un habeas corpus que impida a un juez de primera instancia de Río seguir avanzando en el caso. Para eso hizo valer los fueros que tiene como senador. «Existe una persecución absurda contra mí en Rio de Janeiro, porque quieren alcanzarme para intentar alcanzar al presidente. (…) No hemos hecho nada equivocado. Más temprano que tarde eso quedará todo comprobado», afirmó el jueves Flavio. Por su parte, Bolsonaro padre estaría molesto con el ex juez Sérgio Moro, su actual ministro de Justicia y Seguridad Pública, por que no logró anticiparse a los operativos con la Policía Federal, según sostiene el diario Folha de San Paulo.
El caso conmovió el ambiente político de Brasil además de afectar el discurso anticorrupción del clan Bolsonaro. Los hechos revelarían vínculos de la familia presidencial con miembros de la policía que forman parte de las llamadas ‘milicias’. Son bandas parapoliciales o escuadrones de la muerte que operan en Río de Janeiro. Dos de los miembros de estos escuadrones parapoliciales fueron detenidos por asesinar a Marielle Franco, concejala socialista. Antes de cometer el crimen ambos partieron desde el barrio cerrado de Barra de Tijuca donde vive la familia del presidente. Bolsonaro dijo que Río de Janeiro es el estado más corrupto y que la fiscalía no investiga al gobierno regional y sí a su familia a pedido de Witzel.